R. GARCÍA

Diez gijoneses se han quedado sin vacaciones por culpa, aseguran, del mal momento que atraviesa la empresa Viajes Marsans. Según los denunciantes, la operadora turística no ha pagado al mayorista con el que ellos habían contratado dos cruceros que debían salir el próximo lunes. «Habíamos pagado ya casi la totalidad del precio, unos 20.000 euros, y ahora nos llaman para decirnos que la empresa Viajes Marsans no ha ingresado el dinero al responsable de los cruceros y que no vamos a viajar», señalaba ayer a este periódico una de las afectadas, Montse Arenas.

La historia de la ilusión fallida de estos diez amigos gijoneses comenzó en noviembre, cuando planearon unas vacaciones «todos juntos». Consultaron precios y ofertas de diferentes agencias y decidieron quedarse con dos paquetes de cruceros ofrecidos por Viajes Marsans, que les permitían conocer Grecia, Turquía y Croacia. Pero «por culpa de la empresa», según su versión, no van a poder disfrutar de sus vacaciones.

«Desde el primer momento empezamos a hacer ingresos en la cuenta que nos habían dado los de la agencia de viajes», señalaba ayer Arenas tras visitar el Juzgado, donde tienen previsto interponer una denuncia.

Poco a poco, estos diez gijoneses fueron costeando los gastos del viaje hasta que llegó la mala noticia a finales de abril. Una de las mujeres de la fallida expedición recibió una llamada en su móvil. Los responsables de cobros de la empresa de cruceros aseguraban que no habían recibido «ni un duro de Viajes Marsans» y que no iban a poder viajar. Los afectados decidieron entonces personarse en la oficina en la que habían realizado las reservas. La discusión que mantuvieron con las empleadas obligó incluso a intervenir a la Policía: «Fuimos para que nos dieran los papeles en los que se demostrara que habíamos pagado ya parte del viaje, pero las dependientas aseguraron que era privado y que no podían darnos esa información. Al poco rato llegó la Policía avisada por las propias trabajadoras y nos dieron los papeles». A pesar de todo el viaje seguía sin asegurarse.

La empresa que ofrecía el crucero decidió entonces llegar a un acuerdo con los turistas para evitar que perdieran sus vacaciones. El trato era sencillo: en el caso que de quisieran conservar su plaza debían pagar directamente a los propietarios del barco el dinero del viaje con una rebaja del 25 por ciento. Los diez gijoneses afectados se negaron a hacerlo. «Ya es bastante pagar el viaje de una vez como para hacerlo dos», aseguraba ayer tajante Montse Arenas, ejerciendo de portavoz de los turistas afectados.

La intención de este grupo de afectados es ponerse en contacto con otros clientes de la agencia en Asturias que estén en su misma situación. Para ello han habilitado un correo electrónico en el que otros ciudadanos puedan unirse a sus denuncias: afectadospormarsans@hotmail.es. El objetivo es «hacer ruido, cuanto más mejor, para que se nos oiga», explica la portavoz del grupo.

Viajes Marsans es propiedad de Gonzalo Pascual y de Gerardo Díaz Ferrán, este último presidente de la patronal española CEOE y de la aerolínea Air Comet, que suspendió sus vuelos a finales del pasado año. Marsans es la decana de las agencias de viajes en España. Fue la primera que tuvo licencia para funcionar en el país y lo hace desde 1910.