E. M.

Los vecinos de El Pisón no dan su brazo a torcer y proseguirán con los recursos que han presentado para el cierre de la planta de pretratamiento de aguas residuales de la cuenca este de Gijón, conocida popularmente como la Plantona, a pesar de la autorización del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino para construir la futura depuradora junto a esta instalación. Así lo confirmó ayer el abogado del colectivo vecinal, Marcelino Abraira, que también anunció que presentará medidas cautelares ante el Supremo para frenar el inicio de las obras.

Los vecinos del Pisón tienen en marcha dos contenciosos contra el gran proyecto de la depuradora este y esperan que finalmente la justicia les dé la razón. El pleito judicial contra la Plantona se inició en 1995, un año después de su inauguración. En 2003 el Tribunal Supremo confirmó una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias que ordenaba su clausura, lo mismo que este tribunal hizo en 2007 con otra sentencia de un Juzgado gijonés.

Sin embargo, en el año 2007 el Gobierno del Principado de Asturias introdujo un cambio en la ley de Acompañamiento de los Presupuestos regionales que suprimía el requisito de prohibir la construcción de instalaciones como la Plantona a menos de 2.000 metros de una zona habitada, una medida que fue duramente criticada por los vecinos y contra la que han antepuesto también demandas. Por otra parte, el PP pidió ayer por boca del concejal Eduardo Junquera que se «construya cuanto antes» la nueva depuradora, y advirtió de que la licencia ministerial «no es sinónimo de que empiece su construcción». Además, destacó que la opción que siempre defendió el partido para esta instalación era construirla en el límite con Villaviciosa.