Con ocasión de la representación de la obra, también de la misma compañía, «La cena» en julio de 2008, calificaba a Boadella como el Aristófanes moderno, por su forma de ridiculizar personas y situaciones con mordacidad inagotable que no se detiene ante nada ni ante nadie, ofreciéndonos un espejo real de la vida actual y similar al papel que desempeñó el comediógrafo Aristófanes en la Atenas teatral dominada por los grandes trágicos. Lleva consigo Boadella el espíritu de Mefistófeles del «Fausto» de Goethe; es la risa burlona, incrédula, ingeniosa.

La compañía celebra ahora sus 50 años de andadura, es curioso que su inicio en escena fue a través del mimo, rostros blancos, mallas negras.

Ante este aniversario, el numen de la obra «2036 Omena-G» es situarnos en esa fecha y por tanto en el 75.º aniversario de la fundación de la compañía. La acción se mueve en un doble plano. En una labor de introspección son los propios actores supervivientes de lo que fue la insigne compañía y que, acogidos en una residencia de ancianos «Hogar del Artista», nos ofrecen sus vivencias reales y celebran una representación de homenaje. Boadella nos ofrece todo un cuadro sobre la vejez, pero afrontada con una dosis de realismo y ternura, de humor y de nostalgia, ante la inevitable decadencia del individuo, en este caso los propios actores y sus vivencias reales. Introduce al final y ante la culminación de toda vida humana los propios actores representan lo que hubiesen deseado ser en su propia existencia: bailarina, director de orquesta, etcétera, y en especial, ante el hecho de la muerte, su anhelo, huyendo de la lenta agonía acogidos en una residencia de ancianos, lograr como Molière morir en un escenario.

El otro plano al que me refería es la perspectiva social en el año 2036, cargada de presagios: el tema de la integración nacional, la carencia de un idioma sustituido por el lenguaje SMS, etcétera, todo ello completado con una sutil crítica a personajes y vivencias de la sociedad actual. Toda la representación goza de una perfecta y elaborada escenografía, con gran éxito en las dos representaciones que se ofrecieron en el teatro Jovellanos y bien justificado. Existe en Boadella una gran preocupación por la cosa pública, participó en los inicios del partido Unión Progreso y Democracia y nos ofrece reflexiones de esta naturaleza: «La mirada de los ciudadanos frente a la realidad se haya enormemente contaminada por la pujanza actual de los medios de comunicación y la función esencial de la escena es proporcionar al espectador la conmoción de lo auténtico».