R. VALLE

A media mañana de este primer lunes de verano, el diputado asturiano Gaspar Llamazares ejercerá de anfitrión en el Congreso de los Diputados de los «europeos» que consiguieron llegar a Gijón para participar en la Conferencia Internacional de la Resistencia Política Iraquí. Una conferencia que ayer debía haberse clausurado con la lectura de la «Declaración de Gijón» en favor de los derechos humanos y las elecciones libres en Irak y de la que sólo han quedado en pie esta visita institucional al Parlamento y la rueda de prensa celebrada en un hotel gijonés el pasado viernes para anunciar que se decía adiós a meses y meses de trabajo a sólo unas horas de levantarse el telón de la conferencia en el Palacio de Congresos del ferial Luis Adaro.

Amenazas de muerte contra miembros de la organización y sus familias y anuncios de atentados contra instituciones españolas fueron la razón de que los responsables de la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Irak -que cuentan con el apoyo en el Principado del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe- dieran por fracasado su intento de ayudar a articular desde Gijón la lucha por la democracia en Irak. No se puedo ir más allá pese a haber superado en las últimas tres semanas avisos en contra del encuentro gijonés emitidos desde el gobierno de Irak y reticencias desde el gobierno de España a la concesión de los visados a los participantes. De hecho, y por cuestiones de seguridad y burocracia, trece líderes de la oposición iraquí participaban en el foro a través de videoconferencia. Y eso que muchos de ellos ya habían estado en otras ocasiones en España sin problemas con el visado. A Gijón sólo llegaba en calidad de líder opositora Haifa Zangana, protegida por su nacionalidad británica ya que vive en el Reino Unido desde que se exilió en 1975. Junto a ella, especialistas en el mundo árabe de España, Portugal, Bélgica o Suecia que tampoco pudieron hacer oír su voz. Tampoco se escuchó a Ransey Clark, ex fiscal general de Estados Unidos en el mandato de Lyndon B. Jonhson, al que un problema de salud le impidió viajar a Gijón pero no enviar un mensaje de solidaridad con el pueblo iraquí.

Y mientras los conferenciantes se convertían ayer en turistas por las calles de Gijón, la anulación del foro iraquí se transformaba en motivo de pugna política entre las cuatro paredes de la Casa Consistorial. El PP, a través de su líder Pilar Fernández Pardo, se mostraba más que contundentes pidiendo explicaciones «veraces» a la alcaldesa socialista Paz Fernández Felgueroso y a su socio de gobierno, Jesús Montes Estrada. El líder de IU ha sido el máximo valedor local de este encuentro desde sus competencias en la concejalía de Cooperación Internacional. «Churruca», como se le conoce popularmente, asumió dar el apoyo municipal a este proyecto, incluso después de conocer las reticencias del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La Alcaldesa avaló el encuentro con su presencia en la recepción que el Ayuntamiento hizo a los participantes y donde tuvo palabras de reconocimiento para la lucha de Haifa Zangana.