M. I. S.

El barrio de Montevil celebra del 16 al 18 de julio las esperadas fiestas estivales, que cada año llegan cargadas de nuevas sorpresas. La mayor parte de los actos se centraliza en una carpa instalada en el parque de Montevil-Los Caleros. Sin duda, se trata de una de las citas más típicas del verano gijonés que pocas personas quieren perderse.

Si algo tienen las celebraciones de Montevil es un completo programa con atractivos para público de todas las edades.

Con el paso de los años las celebraciones han ido ganando prestigio y solera, tal como corrobora Raúl Cachero, tesorero de la comisión organizadora de las fiestas, cuyos miembros trabajan intensamente para que todo salga a pedir de boca. Una parte de las actividades se llevará a cabo en el parque de Antonio Ortega, donde tendrá lugar una exhibición de motos en versiones antiguas y clásicas y de coches minis. Mañana también habrá juegos autóctonos para mayores y niños coordinados por El Garrapiellu.

El sábado la charanga «El Chelo y sus marchosos» protagonizará un divertido pasacalles. A las dos y media de la tarde, tendrá lugar una gran corderada, a la que está prevista la asistencia de un centenar de personas.

A continuación se celebrará un bingo familiar para que todo el mundo lo pase en grande.

Los premios que se entregarán serán regalos aportados por firmas comerciales. Por la noche la música llegará de la mano de la romería y la verbena.

El domingo se llevará a cabo el reparto del bollo y la botella de vino en la carpa y la actuación de la charanga. A continuación llegará la sesión vermú. La mañana culminará con una deliciosa comida familiar a la que cada uno lleva sus provisiones. Tras el bingo familiar se llevará a cabo el sorteo de un lote de productos valorado en 400 euros.

Entre los disc jokeys que animarán las fiestas se encuentran nombres tan conocidos como los de Nacho Otero y Pablo Kama. Las fiestas de Montevil son una de las mejores formas de conocer en su propia salsa uno de los barrios más cohesionados del municipio de Gijón. Los habitantes de Montevil reciben con los brazos abiertos a todos los que quieran ir a disfrutar de las celebraciones.