Miriam SUÁREZ

El plan que permite edificar más de 2.500 viviendas en Castiello de Bernueces todavía está en proceso de tramitación administrativa. Pero la transformación urbanística de la parroquia hace meses que ha comenzado. Se iniciaba a principios de año, con un proyecto de villas que va a modificar la fisonomía de 35.000 metros cuadrados de terreno.

Los trabajos de urbanización, ya muy avanzados, se finiquitarán antes de que acabe el verano. De hecho, las 33 fincas edificables que resultarán de la operación ya se están comercializando a través de la agencia Álvarez. «Damos la opción de comprar la parcela con el chalé ya hecho o bien la parcela sola, para que cada uno construya la casa que quiera, siempre dentro de unos condicionantes técnicos, claro está», apuntan los responsables de dar salida a esta promoción.

Las nuevas villas de Castiello de Bernueces podrán disponer de 230 metros cuadrados útiles en planta. A esa superficie hay que sumar unos 100 metros cuadrados de sótano. Cada casa tendrá vinculada una extensión de terreno de 1.000 metros cuadrados. Los accesos a la urbanización estarán controlados mediante videoportero.

A pesar de la crisis que se ha propagado por la economía nacional, «la promoción está suscitando bastante interés», aseguran desde la agencia inmobiliaria que gestiona el proceso de comercialización. «Castiello tiene mucho tirón. Hay tranquilidad, el paisaje es precioso y no dejas de estar cerca del casco urbano. Es lógico que Gijón crezca por esta zona», destacan.

La urbanización, promovida por el grupo Yunque, se desarrolla junto al Camín de la Carreterona, en lo que se conoce como el Pradón. El avance de las obras llama la atención de vecinos y conductores, testigos de una transformación urbanística que empezó como un gran desmonte de tierra y que ahora empieza a dar sus frutos. Los servicios generales ya están instalados y los accesos que articularán la distribución interior de la futura colonia de chalés empiezan a perfilarse.

Pero los grandes cambios de Castiello de Bernueces están por llegar. La parroquia, de hecho, aportará al crecimiento de Gijón un buen pellizco de suelo edificable. El nuevo Plan General de Ordenación (PGO) lo cuantifica en casi un millón de metros cuadrados. Esta recalificación ya venía recogida en el anterior planeamiento urbanístico de la ciudad, tumbado por una treintena de sentencias anulatorias del Tribunal Superior de Justicia de Asturias.

Esta retahíla de fallos desfavorables obligó a revisar el documento que ordena el urbanismo municipal, proceso que mantiene Castiello de Bernueces como vía de expansión urbana. Los constructores implicados en el desarrollo residencial de la parroquia ya habían empezado a tramitar su proyecto de urbanización cuando el Tribunal Superior de Justicia de Asturias dictaminó en contra del PGO gijonés por cuestiones medioambientales y de forma. El Ayuntamiento ha decidido garantizar la operación.

A sus promotores les falta hacerse con 8.000 metros cuadrados para controlar todo el ámbito de la recalificación y poder así liquidar la tramitación correspondiente. La ley les permite recurrir a la expropiación, algo que ahora se está estudiando.