M. CASTRO

Un laudo arbitral, que obliga a Factorías Vulcano a devolver 39,56 millones de euros al armador noruego PGS por la cancelación del sísmico 533 -cuyo casco construyó Factorías Juliana- ha venido a añadir una nueva complicación a la situación financiera de la empresa gallega. El asunto es de especial interés para los acreedores de su filial, Factorías Juliana, debido a que el grupo gallego ha planteado una salida al concurso de acreedores que pasa por una quita del 79% de la deuda y por que Vulcano asuma el pago a los acreedores de Juliana del 21% restante.

El 533 es el segundo sísmico que PGS cancela al astillero gallego. Otro laudo arbitral, dictado el pasado mes de enero, ya obligó al astillero vigués a devolver otros 39,66 millones de euros a PGS por el incumplimiento en el plazo de entrega de sísmico 532, cuyo casco también se construyó en Factorías Juliana. En el caso del 533, a los 39,56 millones citados hay que añadir como quebranto para Vulcano el pago de las costas del proceso y los intereses legales. De los más de 79 millones de euros que suman las cancelaciones de ambos sísmicos, 64 millones de euros más los intereses legales los pagará Pequeños y Medianos Astilleros Sociedad de Reconversión (Pymar) como avalista de las operaciones.

Si la cancelación de los dos sísmicos y el posterior refrendo de la corte de arbitraje a la decisión de PGS han supuesto sendos reveses para el grupo de construcción naval gallego, el acuerdo con otro armador noruego, Rieber Shipping, para venderle los dos buques ha contribuido a aliviar la situación, al reducir las pérdidas de la operación.

Vulcano subcontrató con su filial, Factorías Juliana, la construcción de ambos sísmicos. En diciembre de 2008, el grupo gallego decidió trasladar los cascos de los buques a su factoría de Vigo para concluirlos. El 532 está a punto de finalizarse y será entregado en breve a Rieber. El 533 está previsto que se concluya en junio de 2011.