El árbitro del Real Oviedo-Zaragoza denuncia insultos, escupitajos y daños en el vehículo que lo llevaba al Tartiere

Hay dudas sobre si el incidente podría acarrear medidas ejemplarizantes contra el club azul, dado que los hechos se produjeron fuera del estadio, donde el Oviedo no tiene responsabilidad alguna

El árbitro del Real Oviedo-Zaragoza denuncia insultos, escupitajos y daños en el vehículo que lo llevaba al Tartiere

El árbitro del Real Oviedo-Zaragoza denuncia insultos, escupitajos y daños en el vehículo que lo llevaba al Tartiere / Juan Plaza

O. O.

Saúl Ais Reig, el árbitro que dirigió ayer el Real Oviedo-Zaragoza, denunció en el acta del partido insultos, escupitajos y daños a uno de los vehículos que transportaba al cuerpo arbitral al Carlos Tartiere.

El colegiado valenciano dice haber sufrido acoso de camino al municipal ovetense cuando su coche atravesaba una de las calles principales cercanas al campo donde estaba reunida la afición del Oviedo y que algunos seguidores trataron de acceder al interior del vehículo. En el acta no se da el nombre de la vía, aunque todo parece indicar que se refiere a Alejandro Casona, donde se produjo el recibimiento al autobús azul. Por allí pasaron cantidad de vehículos, que pitaban cuando cruzaban la calzada para arengar a los presentes y al equipo.

Ais Reig afirma en el acta que varias personas, a los que señala como aficionados del Oviedo por los símbolos que portaban del club azul, zarandearon su vehículo, lo escupieron y causaron daños tras golpearlo en varias ocasiones.

Al cierre de esta edición, la entidad azul no se había pronunciado sobre el suceso. Hay dudas sobre si el incidente podría acarrear medidas ejemplarizantes contra el club azul, dado que los hechos se produjeron fuera del estadio, donde el Oviedo no tiene responsabilidad alguna. De todas formas, habrá que esperar si la Federación Española, a través de sus comités de disciplina, toma cartas en el asunto.  

El acta recoge lo sucedido, siempre según la versión de Ais Reig: "Previo al inicio del encuentro, durante el trayecto del hotel al estadio y cerca de las inmediaciones del mismo, al paso por una calle adyacente, se encontraban centenares de aficionados del Oviedo, reconocibles ya que portaban camisetas, banderas y bufandas de su equipo. Dichas personas se dirigieron a nuestros dos vehículos, cortándonos el paso, intentando acceder al interior de uno de ellos tirando de las manetas de las puertas, insultándonos, escupiéndolos y golpeando a los mismos repetidas ocasiones, causando daños en la carrocería en uno de ellos".