R. GARCÍA

El jesuita Pablo Guerrero Rodríguez defendió ayer en una conferencia en el Colegio la Inmaculada la necesidad de «la disciplina» y de la «colaboración entre padres y profesores» para mejorar el futuro de la educación. El docente mantuvo en todo momento una visión «positiva» del panorama educativo en el que «en ocasiones hemos pasado de un extremo a otro: lo importante ahora no es lo que dice el profesor, sino los padres».

Durante su intervención, el profesor lamentó el desprestigio que vive la profesión docente y animó a «trabajar todos juntos» por la educación. Y es que para Guerrero la sociedad juega un papel fundamental en el futuro de los niños: «Ahora se echa todas las culpas a los padres y a los maestros, pero es toda la aldea la que tiene que participar en el proceso educativo». En este sentido los valores que deben prevalecer, a juicio de Guerrero, son «los instrumentales»: «De nada vale enseñarles a los niños lo que es la libertad o la democracia, los valores finales, si no entienden cómo se llega a ellos, con el sacrificio o el trabajo».

Pablo Guerrero es licenciado en Filosofía, Teología Moral, Estudios Eclesiásticos y Psicología por la Universidad Pontificia de Comillas. Actualmente trabaja en la provincia de Rumanía de la Compañía de Jesús.