Desde su domicilio madrileño, Santiago Carrillo valoraba ayer como «un gran honor» su designación como hijo predilecto de Gijón, nombramiento que le comunicó por vía telefónica la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, «una buena amiga que ya lo había intentado en otras ocasiones y que ahora, en su último año de mandato, alcanzó el consenso requerido».

Carrillo manifestó ayer que la designación «es para mí un motivo de satisfacción grande; Gijón es mi pueblo, allí nací y con él estuve relacionado hasta los 21 años, hasta la Guerra Civil; una relación que reanudé a la vuelta del exilio en 1976. Puedo decir que siempre jugué a ser asturiano, incluso en la política estatal».

El histórico dirigente comunista gijonés añadió que «el hecho de que mis paisanos hayan tomado esa decisión sin que yo lo pidiera, le otorga a mis ojos más valor. Me siento muy satisfecho y quiero agradecer a la Alcaldesa y a los concejales del Ayuntamiento este nombramiento». Carrillo anunció que estará en Gijón el 20 de diciembre, fecha en la que el Pleno formalizará el nombramiento.