C. JIMÉNEZ

El grupo empresarial Asturfeito, con instalaciones en Avilés y Tabaza, prepara su salto al continente asiático, según anunció ayer a los alumnos de la Escuela Politécnica de Ingeniería el director de I+D de la firma, Luis Álvarez Barrena. Su presencia en trece países de tres continentes se verá ampliada ahora con su entrada en el mercado indio, donde observa un elevado potencial en el campo de las energías limpias.

Álvarez Barrena aprovechó su participación en el ciclo Universidad-Empresa del campus gijonés para dar a conocer a los futuros titulados los proyectos más inmediatos que manejan, así como para animar a los universitarios a concienciarse de que el mundo está cambiando y que para responder a las nuevas necesidades resulta fundamental apoyarse en «el efecto incentivador de la I+D+i».

Tras su entrada reciente en el sector defensa, el grupo avilesino está explorando nuevos mercados que le puedan dar una ventaja competitiva. Actualmente está trabajando ya en reactores de fusión para el sector nuclear, iniciativa que implica altísimos requerimientos de calidad por parte de la empresa.

A los proyectos de energías renovables suman otra iniciativa financiada a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) que incluye el desarrollo de una planta demostración de un sistema de transporte horizontal para intercambiadores de terminales de pasajeros, sin necesidad de obra civil, basada en criterios de sostenibilidad y accesibilidad. En este caso el grupo avilesino forma parte de un consorcio internacional en el que también participa la multinacional Thyssen.

Igualmente, mantienen muy buenas relaciones con la Universidad de Oviedo, participando en proyectos de investigación o requiriendo el asesoramiento técnico de expertos en diferentes ámbitos. El «cluster» de energía, medio ambiente y cambio climático del proyecto «Campus de Excelencia Internacional» de la institución académica asturiana acudió a Asturfeito para buscar apoyo en el proyecto del laboratorio marino.

«Para nosotros innovar ya no es una opción, sino una necesidad», sostiene Álvarez Barrena. El objetivo de todas estas acciones es ir avanzando en el crecimiento, rentabilidad y supervivencia de la compañía. De hecho, en el plan de innovación iniciado hace cuatro años se planteaban ir reduciendo costes, buscar nichos de mercado emergentes y encontrar nuevas formas de diferenciar de productos y servicios. En la región suman proyectos para la industria termosolar y para el sector metalmetálico. Ahora, apunta el responsable de I+D, «nos hace falta personal más formado». Este año finalizarán un proyecto de ámbito europeo en el que participan junto a Arcelor.