E. M.

El colectivo Ecoloxistes N'Aición ha hecho realidad el deseo del grupo de vecinos de la parroquia de Jove que pedía desde hacía meses un estudio sobre los manantiales de la parroquia contaminadas por altos índices de mercurio. Los geólogos Beatriz González y Eduardo Menéndez presentaron ayer en el Centro de Cultura Antiguo Instituto un detallado informe que atribuye la aparición de este metal pesado a las sustancias vertidas por la cercana central térmica de Aboño. Además, los responsables de la organización alertaron sobre posibles patologías renales para todos los residentes que hayan consumido el agua de las fuentes de La Piquera, El Muselín y La Campa durante varios años.

Los ecologistas tomaron muestras durante los pasados meses de julio y diciembre y confirmaron que los niveles de mercurio eran claramente superiores al microgramo por litro que permite la legislación. «Después de comprobar que no existen acumulaciones naturales de este metal en la zona, hicimos un análisis de varias fuentes de los concejos de Gijón y Carreño, y comprobamos que sólo estaban contaminadas las próximas a la central térmica», explicó González, que apoyó su argumentación en «los numerosos estudios americanos y europeos que vinculan la existencia de este tipo de industrias con altos índices de mercurio» y en otras pruebas paralelas sobre la composición del terreno. También se detectaron altas cantidades de aluminio y sulfatos, que podrían estar también presentes «en los cultivos y pastos» de la parroquia. Además, los marcadores de mercurio encontrados superaron en algunas ocasiones los diez microgramos por litro. «Sabemos que a partir de seis existe riesgo real para la salud, ya que pueden aparecer diferentes enfermedades renales», explicó Paco Ramos, portavoz del colectivo.