R. G.

Joaquín Fernández Espina, el histórico luchador antifranquista gijonés, ya tiene una placa que recuerda su figura en la calle que lleva su nombre en Viesques. La alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, acompañada por varios concejales de su Corporación, familiares y amigos del homenajeado, y el director del Ateneo Obrero de la ciudad, Luis Pascual, fue la encargada en la mañana de ayer de descubrir el distintivo con el que a partir de ahora se recordará al sindicalista. La regidora recordó durante su intervención los últimos momentos que pudo compartir junto a Fernández Espina: «Una de las últimas veces que fui a verle estaba escribiendo sus memorias y decía que no se iba a morir hasta que las acabase». A su juicio, Fernández Espina fue «un gran defensor de la democracia, la clase obrera y la cultura en Gijón».

El homenajeado, conocido como Xuacu Espina, trabajó como minero tras la Guerra Civil y fue pieza clave en La Camocha para el nacimiento de Comisiones Obreras. Visiblemente emocionado, el nieto del difunto, Daniel Fernández, acudió al acto acompañado por la hija del histórico sindicalista, Rosa Fernández.