Es evidente que para relajarse no hay mejor cosa que disfrutar de todo tipo de placeres. Si a lo imaginativo se le añade un buen desfile de lencería, en vivo y en directo, la jornada resultará perfecta. Con 25 años de experiencia a sus espaldas, Juan Pandavila y Jorge Préstamo vuelven a situarse en la vanguardia de un sector tan sensual y sugerente como las muchas propuestas que muestran en las estanterías de su nueva tienda erótica, Placeres. Alejado de los diseños habituales, el nuevo establecimiento cuenta con una decoración minimalista y pantallas gigantes que en todo momentos dejarán ver los conjuntos interiores más sofisticados y llamativos del momento.

Para inaugurar por todo lo alto este establecimiento, los empresarios agasajaron a los que sin duda serán sus clientes con un fantástico desfile en el que las modelos lucieron las propuestas de lencería que desde hace unos días pueden conseguirse en Placeres.

Tanto la pasarela como el cóctel posterior tuvieron el perfecto complemento de la música de un DJ de lujo, Silver Savoy, que hizo vibrar al público con temas de soul y funky que animaron, más aún, a degustar las propuestas que Luis Agüera, de la confitería Agüera, diseñó para la ocasión, tomando forma de sexys bombones. Todo ello, regado con buen cava, cerveza y vino Atalaya del Temple, hizo que la fiesta de inauguración dejara buenísimos recuerdos a los muchos que en ella participaron y que sin duda hoy ya son clientes fijos de la nueva tienda dedicada a los placeres.

Y de un extremo a otro, y también de inauguración. La escultura de Vaquero Turcios, «Nordeste», tiene desde hace unos días unos conocidísimos vecinos del sector de la hostelería y la náutica. No son otros que Chus Marqués, Alberto Barquín y Fredi Flórez. A este último casi no le quedará ni un minuto de respiro, ya que es sobradamente conocida su labor en la Federación de Vela del Principado como director técnico. De sus dos compañeros, decir que han conseguido llenar de buenos recuerdos el local, con mobiliario del que fuera un emblemático café, El Caracol. La puerta giratoria y el gran reloj que presidía el popular café de Marqués de Casa Valdés darán ahora la bienvenida a los clientes más variopintos y, sobre todo, a algunos clásicos de las tertulias y la noche gijonesa. Sólo hará falta visitar Cimavilla.