M. CASTRO

Doce empresas de toda España han presentado ofertas para desmantelar y convertir en chatarra la mayoría de los edificios e instalaciones industriales de Mina La Camocha, de los que esperan extraer alrededor de 3.000 toneladas de acero. Ayer se abrieron las ofertas de las empresas en el Juzgado de lo mercantil número 1 de Oviedo, que controla la liquidación de la empresa minera gijonesa.

Las demoliciones, que afectarían a uno de los dos castilletes del histórico pozo minero y a su lavadero, comenzarán en cuanto el juez las adjudique a una de las ofertas, siempre y cuando el Ayuntamiento de Gijón conceda la correspondiente licencia de obras para una actuación que ha levantado polémica entre sindicatos, asociaciones vecinales y el colectivo que defiende la conservación del patrimonio industrial.

La oferta económica más alta por el achatarramiento de Mina La Camocha la ha presentado la empresa barcelonesa Inversiones Asociadas Generales (Inagen), que ofrece pagar 555.555 euros, además de encargarse de los derribos de las instalaciones. Esta empresa presentó su oferta sin acompañarla de la póliza de seguros para garantizar la responsabilidad civil por cualquier percance que se produzca durante las tareas, algo que el empresario se ofreció ayer a subsanar.

En el caso de que la administración concursal opte por descalificar la oferta del empresario catalán por no haber presentado aún el seguro, la siguiente de mayor cuantía económica es la de la chatarrería de Torrelavega (Cantabria) Marino Berrio, que ofreció 501.050 euros.

Tanto el empresario cántabro como el catalán se mostraron ayer dispuestos a impugnar una adjudicación a la oferta del contrario. La situación también se complica por la oferta presentada por una filial del grupo Comsa, que propone una cantidad fija más baja, pero añade un plus de 203 euros por cada tonelada de acero al carbono extraída de las instalaciones mineras, con lo que podría superar a sus competidores.

El derribo de la mayor parte de las instalaciones de Mina La Camocha forma parte del plan para liquidar los activos de la empresa gijonesa, que incluye la descontaminación de los antiguos terrenos mineros y la venta de los mismos para destinarlos a un parque empresarial.

La descontaminación de los terrenos está paralizada. La balsa de finos de Mina La Camocha, que se estima que acumula unas 813.000 toneladas de carbón de baja calidad, mezclado con tierra, es uno de los principales activos de la empresa. Además, existen más restos de carbón en las balsas que hay bajo las escombreras. El pasado mes de enero la firma Posada Organización había ofrecido 7 millones de euros por esos carbones, pero la oferta quedó en vía muerta al incumplir la empresa las condiciones para la adjudicación. También falta la retirada de los 99 millones de toneladas de escombro de la mina.

La eliminación de las escombreras y de la balsa de finos es imprescindible para urbanizar esos terrenos, que la planificación urbanística prevé destinar a un parque empresarial. La subasta de los 336.664,60 metros cuadrados en torno a la mina quedó desierta el pasado mes de enero. La administración concursal volverá a sacar ese terreno a la venta.