Eloy MÉNDEZ

Carmen Moriyón se pronunció ayer por primera vez sobre la polémica suscitada en torno a sus labores no remuneradas como cirujana en el hospital de Begoña para cortar por lo sano la catarata de críticas recibidas desde la oposición. La Alcaldesa de la ciudad fue contundente al afirmar que «tengo pensado defender mis derechos» y aseguró «haberme asesorado sobre las posibles incompatibilidades antes de realizar esta actividad». Además, se mostró dispuesta a ofrecer explicaciones en un Pleno municipal, aunque también exigió que «se conozcan los horarios de trabajo y las actividades de todos los concejales liberados». Por último, relacionó la actitud de la oposición «con la no aceptación de la alternancia política» y sentenció que «puedo ejercer la actividad que yo quiera en mi tiempo libre».

«Se trata de una labor esporádica y que realizo fuera de mi horario de trabajo como alcaldesa. Un trabajo que, por cierto, no tiene un horario de cierre porque exige estar siempre al servicio de la ciudad», explicó, tras advertir: «Nos defenderemos donde corresponda de las difamaciones, los anónimos y las amenazas que estamos recibiendo». «Evidentemente, no me voy a poner a realizar una actividad que sea ilegal», indicó, tras renunciar a hacer público el nombre de la asociación benéfica a la que dona el dinero de las operaciones -aunque algunas fuentes aseguran que se trata de la Cocina Económica, un extremo que ayer no quisieron confirmar sus responsables ya que las entregas de este tipo son anónimas-. «Esas cuantías ni siquiera pasan por mis manos, van directamente del hospital al organismo que las recibe», expuso.

«La esencia de la democracia es la alternancia política y el cambio que se ha producido en esta ciudad implica muchas cosas; entre otras, que al equipo de gobierno ha llegado una generación de políticos de servicio, no de oficio», subrayó Moriyón, tras asegurar: «Es escandaloso que de una Corporación salgan políticos que se van directamente a las listas del paro», con relación a ediles que, tras dejar de serlo, no acceden a un puesto de trabajo porque carecen de él. «Tengo una dedicación plena a la Alcaldía y una vocación de servicio a los gijoneses, así que no hay nada que añadir al respecto», afirmó.

En este sentido, la regidora se mostró completamente segura de que no está incurriendo en ninguna irregularidad, a pesar de que no hizo público su trabajo altruista al presentar hace unos días su declaración de bienes y actividades. «A los miembros del gobierno local nos vigila todo el mundo. No tengo nada que ocultar, como quedará demostrado con mi declaración de la renta ante Hacienda, igual que queda con el resto de los ciudadanos», manifestó.

Más allá de las explicaciones sobre su función en el quirófano del hospital de Begoña, la Alcaldesa también arremetió con dureza contra los tres grupos de la oposición, que ayer solicitaron un Pleno extraordinario para abordar el espinoso asunto. «El desprestigio de la clase política empezó cuando la política se convirtió en un oficio», indicó en respuesta a los que critican su doble actividad. «La última semana ha habido una serie de declaraciones que me han sorprendido muchísimo, como que los vecinos no tienen que influir en el modelo de ciudad», añadió, en relación a unas palabras del portavoz socialista, Santiago Martínez Argüelles, que censuró la propuesta del gobierno local para reunirse con diversos colectivos antes de tomar una decisión definitiva sobre la ubicación del futuro albergue de Gijón. También fue muy crítica con «quienes han dicho que debería irme a operar a las favelas. Todo esto es propio de un pensamiento intervencionista y más bien procede de políticos de oficio y no de servicio», insistió.

Finalmente, concluyó, «la esencia de este asunto va mucho más allá de la anécdota de que la Alcaldesa haga operaciones, se encuentra en la verdadera vocación» de los gestores públicos. Por todo ello, se mostró partidaria de confrontar las diferentes versiones en un Pleno municipal. «Respeto las opiniones de todo el mundo, las escucho atentamente y poco más tengo que decir. De todas formas, creo que es necesario contestar a determinadas cuestiones», concluyó, en un tono tranquilo y conciliador. «En democracia es necesario atender las palabras de todos», remató la regidora.

La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, acudió ayer al Centro Social de Contrueces para conocer en persona las principales necesidades del barrio, que estos días celebra sus fiestas. «Es mi primera visita a la zona y estoy muy interesada en hablar con los vecinos», indicó. Además, anunció que «habrá que buscar» un nuevo local para la Asociación «Los Ríos», tal como ha solicitado la directiva. La regidora acudió acompañada del edil Manuel Arrieta -tercero por la izquierda- y coincidió con el ex consejero Francisco González Buendía, a la derecha.