M. CASTRO

La Coordinadora Ecologista de Asturias alertó ayer de que la contaminación del aire en Gijón «pone en peligro la salud de la gente» al duplicar los límites máximos que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) para partículas en suspensión con tamaño inferior a diez micras, que son las capaces de dañar el sistema respiratorio. Estas partículas, que miden la cienmilésima parte de un metro, son las que pueden penetrar en los alveolos pulmonares y llegar al torrente sanguíneo, y, según la OMS, provocan cardiopatías, cáncer de pulmón, asma e infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores, y están relacionadas con la muerte de unos dos millones de personas en el mundo cada año.

La OMS acaba de hacer público un estudio sobre la calidad del aire en 1.100 ciudades de 91 países. Solo cita en Asturias los datos recogidos en una de las estaciones de control del aire de Oviedo, en la que se recogen 27 microgramos de esas partículas por metro cúbico, cuando el límite para no causar graves daños a la salud es de 20. La Coordinadora añadió ayer que en Gijón la media de estas partículas en el aire oscila entre los 36 y los 40 microgramos.

La Coordinadora difundió ayer los datos de las cuatro estaciones de control de la contaminación atmosférica que el Principado tiene en Gijón. En 2010 la media diaria de partículas dañinas fue la siguiente: 40 microgramos por metro cúbico en la ubicada en la avenida de la Argentina, 38 microgramos en la ubicada en la plaza de Castilla, 39 en la de la avenida de la Constitución y 36 en la de la avenida de los Hermanos Felgueroso. El portavoz de la Coordinadora, Fructuoso Pontigo, aclara que estos datos se han calculado conforme al criterio establecido por el Ministerio de Medio Ambiente de aplicar un factor de corrección del 1,2 al polvo recogido en estas estaciones de control, un factor de corrección que el Ministerio aplicó tras un estudio realizado por el Instituto Carlos III y de acuerdo con los informes de la Comisión Europea al respecto. Las cifras oficiales que maneja el Principado de Asturias son inferiores a las que ha calculado la Coordinadora tomando como base los criterios del Ministerio y de la UE. Pontigo denuncia que «el Principado no aplica este factor desde el año 2006 de manera intencionada para reducir los valores que indican las estaciones de control», tras haber encargado un contrainforme «a medida».