M. C.

El expresidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, reivindicó ayer en Gijón la gestión educativa de Asturias bajo su mandato y la contrapuso con los recortes que a su juicio se avecinan en la enseñanza pública de mano del actual ejecutivo regional. Areces pronunció ayer una conferencia sobre educación en el Ateneo Jovellanos.

Tras referirse a su trayectoria política señalando que «creo que hemos conseguido que tuviésemos en Asturias, a pesar de no ser una de las comunidades más ricas, uno de los sistemas educativos más avanzados de nuestro país», Areces pasó a advertir de los riesgos que ve para el futuro de la enseñanza pública en Asturias, que cree que seguirá los pasos del sistema educativo madrileño, donde las escuelas privadas han ganado terreno.

Areces considera que priorizar la elección de centro frente a la «planificación democrática» y «otorgar un porcentaje de currículo escolar a los centros» esconden una estrategia para «deteriorar la escuela pública y trasvasar fondos hacia la privada».

Sobre la política del nuevo ejecutivo de Foro Asturias, Álvarez Areces opinó que «preconizan un 35% de currículum, la contratación de personal por los centros donde finalmente, como ocurre en Madrid esa parte del currículum lo suministran empresas privadas, se contratarían directores gerentes no funcionarios, se captarían fondos privados y concluiría con la ruptura total de la equidad, modificandose el mapa escolar».

Para el expresidente autonómico, la escuela pública pasa en España por «uno de los momentos más frágiles» y sostiene que las posturas de los partidos políticos son distintas ante esta situación, aunque todos genéricamente reivindiquen el estado del bienestar. «La derecha conservadora en nuestro país no ha convertido nunca la escuela pública en una de sus prioridades. El núcleo duro de las políticas conservadoras es lo que denominan libre elección de centro que junto a la equiparación de la red pública y privada, provocan que los recursos vayan repartiéndose paulatinamente desde el sistema público al sistema concertado y privado. Se rompe el baremo de proximidad, crecen o crean los llamados centros de excelencia a partir de experiencias piloto y se va dualizando la red pública progresivamente. Se inician recortes en la pública, en principio en temas no muy perceptibles que repercuten en la calidad, como es la atención a la diversidad, las clases de refuerzo que se van minorando, los laboratorios, las tutorías, los ordenadores en las escuelas y poco a poco la pública va perdiendo calidad y se produce un trasvase al sector privado, que además de tener ingresos procedentes de fondos públicos, cobra a los padres», recalcó Álvarez Areces.

Sus críticas también se dirigieron hacia la política universitaria del nuevo ejecutivo de Francisco Álvarez-Cascos, al señalar que «en el campus de Viesques están preconizando incluso la introducción de elementos privados en la escuela politécnica, lo que desde mi punto de vista es inaceptable, porque tenemos una excelente escuela politécnica con recursos que es absolutamente necesario seguir para conseguir los objetivos de excelencia que nos hemos marcado».