C. JIMÉNEZ

La presentación de la cuarta edición de los premios «Ingeniería en positivo», patrocinados por las empresas Fluor y MBA, sirvió ayer para dar a conocer la decisión del Consejo Social de la Universidad de Oviedo de que, por fin, se ha aprobado la concesión de la cátedra MBA de Biomecánica ligada, como la inaugurada recientemente por la multinacional Indra, al campus de Gijón. Esta cátedra, auspiciada por el grupo MBA, permitirá canalizar los proyectos de investigación que surjan en esta área de conocimiento que vincula la ciencia médica con la ingeniería mecánica. También se dedicará a impulsar premios vinculados a esta misma disciplina. Ignacio López-Aranguren, director de relaciones corporativas de MBA Incorporado, señaló que permitirá igualmente plantear nuevas materias de estudio en el área de Biomecánica.

Desde hace 17 años, MBA ha venido colaborando con el Grupo de Sistemas Biomecánicos de la Universidad de Oviedo, a través de convenios de colaboración que han supuesto la realización conjunta de numerosas investigaciones avanzadas en el campo del modelizado de los implantes médicos y la biomecánica. Durante este tiempo se han establecido diversas colaboraciones de alto nivel para la formación de personal cualificado del sector y la organización de jornadas de difusión de resultados que ahora se verán reforzadas con la creación de una cátedra específica. Además, la empresa podrá ampliar las relaciones que mantenía hasta ahora con el grupo que dirige el profesor Rafael Álvarez Cuervo, intensificando los vínculos entre medicina e ingeniería y dando salida a proyectos cuyo desarrollo requiera la participación de expertos en ambas disciplinas.

Desde hace cuatro años esa labor conjunta se viene plasmando en los premios «Ingeniería en positivo», auspiciados desde sus inicios por las empresas MBA y Fluor, y, desde el año pasado, el Centro de Empresas e Innovación (CEEI Asturias). La responsable de esta última entidad, Eva Pando, recordó durante el acto en el campus gijonés su misión de convertirse en agente que favorece la creación de empresas de base tecnológica. «La Politécnica es una fuente de talento, personas y proyectos», manifestó. De hecho, más del 70% de las iniciativas que se presentan cada año en el CEEI corresponden a ingenieros titulados por la escuela de Gijón. De las siete nuevas empresas de base tecnológica que se crearon en 2011, cinco correspondían a alumnos de la Politécnica. En los premios del Centro de Empresas e Innovación también coparon los primeros puestos los titulados del campus gijonés. Uno de ellos, el ingeniero mecánico Néstor Berdasco, integrado en la plantilla de Fluor, fue el encargado de cerrar el acto de ayer con una conferencia sobre las energías renovables. «A día de hoy empieza a ser competitiva la eólica. La fotovoltaica y termosolar sin la ayuda del Estado difícilmente podrán competir», aseguró el conferenciante, al tiempo que destacó que la más subvencionada de todas ha sido la energía nuclear.