A. R.

Padres y madres de alumnos del Colegio Jacinto Benavente, de Vega, montaron ayer, por segundo martes consecutivo, una simbólica protesta a la hora en que debía iniciarse el día escolar. Las pancartas alusivas a la «jornada continua» no podían ser más elocuentes de la demanda que les tiene en pie de guerra, aunque la suya es una batalla con dos frentes: uno, para que se cambie la normativa que regula el cambio de jornada -ya que exige que un 60% del censo del colegio vote a favor del cambio, algo que les parece excesivo-, y otro, para que los convenios de transporte escolar que está a punto de firmar la Consejería incluyan que las empresas deberán cambiar el horario del transporte en función de las modificaciones del horario que se establezca en los centros. Precisamente el asunto del transporte es uno de los que, según algunas familias de Vega, están lastrando la posibilidad de cambiar de jornada, ya que «hay padres que votan en contra porque no tienen la garantía de que se respete el transporte; otros creen que se pueden quedar sin comedor escolar, algo que es incierto», explicaba ayer una madre. Las familias de Vega van a seguir insistiendo en sus protestas para presionar a la Consejería y buscar más apoyos en el barrio.