Luján PALACIOS

El trabajador de Apta que reclamó con un hacha el cobro de un finiquito en el año 2010 podría tener que pagar una multa de 3.360 euros. Es la condena que pide para él la fiscalía, que sostiene que cometió un delito de «realización arbitraria del derecho propio», tipificado en el Código Penal.

La vista por los hechos tiene lugar hoy, en el Juzgado de lo penal número 2, y en ella N. S. A. deberá dar cuenta de lo sucedido el día 27 de septiembre de 2010. Según la acusación pública, ese día, en torno a las seis y media de la tarde, se dirigió a las oficinas de la empresa Apta, que da trabajo a personas con discapacidad intelectual. Allí se encontró con el director financiero de la compañía y no dudó en reclamarle el finiquito de una manera de lo más contundente: dando un hachazo sobre la mesa, para cobrar su deuda por una relación laboral ya finalizada.

Según indica la fiscalía en su escrito de calificación, «presuntamente le aseguró que no saldría vivo si no cobraba y que no volvería a ver a su esposa».

N. S. A. consiguió llegar al despacho del directivo de Apta después de sortear a la secretaria, y ocultaba el hacha en una bolsa de deporte. El director financiero intentó explicarle que la empresa no podía hacer frente en aquel momento al pago de las nóminas de la plantilla, pero el acusado zanjó el diálogo con un hachazo encima de la mesa.

El responsable de la empresa le firmó entonces un talón por la cantidad que se le adeudaba, 800 euros, con el fin de que la situación no empeorara. El acusado se fue con el talón, pero poco después fue identificado por la Policía, que acudió a su domicilio para recuperar el cheque, después de recibir el aviso de la empresa.

La acusación pública pide por estos hechos para el trabajador con discapacidad una condena de multa de 3.360 euros, así como el abono de las costas procesales y una indemnización para el perjudicado de 200 euros.