F. G. / J. L. A.

En un momento de grave recesión económica, la Autoridad Portuaria de Gijón se plantea llevar a cabo una medida que tendrá enorme repercusión económica en las empresas que operan con El Musel: incrementar un 30% las tarifas portuarias para compensar los 16 millones de déficit del cierre provisional de cuentas del ejercicio de 2011, presentado el miércoles al consejo de administración.

La nueva ley de Puertos exige a las autoridades portuarias mejorar su grado de eficiencia en el objetivo de alcanzar la autosuficiencia económica. Y especifica medidas correctoras para aquellas dársenas que no cumplen los objetivos de rentabilidad. De manera que los puertos con déficit están obligados a incluir coeficientes correctores en sus tasas para paliar las pérdidas. El Musel, que cuenta en la actualidad con un coeficiente corrector 1, pasaría a un coeficiente 1,3 por las pérdidas del ejercicio de 2011, lo que supone un obligado incremento de las tasas del 30%.

El déficit de 2011 es resultado de haber incorporado a las cuentas de ese ejercicio 13,6 millones de euros de amortización como consecuencia de la puesta en explotación de las obras de ampliación del puerto. Sorprende que la Autoridad Portuaria haya decidido incorporar al ejercicio pasado el total de una cantidad que podría haber diferido de forma escalonada a ejercicios posteriores, evitando de esta manera el déficit y la obligación posterior de tener que incrementar las tasas. De hecho, existe un informe que recomendaba acogerse a esta medida, en base a una directiva del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), dependiente del Ministerio de Hacienda. Por la peculiaridad de las fuertes inversiones realizadas por los puertos españoles en los últimos años, el ICAC autorizaba a incorporar escalonadamente la amortización financiera de la ampliación como inmovilizado.

Sin embargo, la Autoridad Portuaria ha decidido desoír esta directiva y ha preferido incorporar el total de la amortización a un ejercicio, el de 2011, cuando ni siquiera se ha llevado a cabo aún la recepción definitiva de las obras de ampliación, que tendrá lugar a mediados de este mes de marzo, como se anunció el miércoles tras el consejo de administración. Y todo ello pese a que la subida de tasas será una medida muy contestada por las empresas que trabajan con el puerto, y especialmente por algunas que, como Arcelor Mittal, se plantean llevar a cabo ajustes de plantilla en la planta siderúrgica de Veriña.

La subida de las tarifas tendrá una notable influencia en los costes logísticos no sólo de Arcelor, sino también en la de otras grandes compañías que operan con El Musel, como Hidroeléctrica del Cantábrico y Tudela Veguín. Estas tres grandes empresas, fundamentales para el entramado industrial asturiano, constituyen el cogollo de los principales clientes de El Musel, aquellas que contribuyen a hacer de Gijón la principal dársena de graneles sólidos española.

Un incremento de las tasas del 30% supondría un serio contratiempo para unas compañías que concentran más del 90 por ciento de los movimientos graneleros: carbón térmico, mineral de hierro, carbón siderúrgico y cementos. Y más en unos tiempos de crisis económica en los que El Musel volvió a perder tráficos en 2011, un 3,39 por ciento menos que en 2010. Esa nueva caída es resultado del importante descenso en las operaciones de la terminal de graneles sólidos, la EBHI, que pasó de los 13,3 millones de toneladas de 2010, a los 12,5 del pasado ejercicio, según datos de Puertos del Estado, con un descenso global del 6,12 por ciento.

La caída de los tráficos de la EBHI, que puede ser aún mayor con los recortes que estudia Arcelor y con el descenso del consumo eléctrico si persiste la crisis, puede poner en un serio peligro el plan financiero para abordar los compromisos derivados de la ampliación de El Musel. El sobrecoste final de la obra, materia de discrepancia entre el Puerto y las empresas adjudicatarias, estará entre 150 y 216 millones (sin IVA). La Autoridad Portuaria tiene que devolver 250 millones al Banco Europeo de Inversiones, además de otros 215 millones a Fomento.