C. JIMÉNEZ

El gijonés Rubén Casado, profesor de la Universidad de Oviedo en el área de Lenguajes y Sistemas Informáticos, está a punto de finalizar su doctorado en la Oxford Brookes University, donde varios ex alumnos de la Politécnica de Gijón han disfrutado a lo largo de los últimos años de una de las becas «Cajastur-Fernando Alonso». Casado, de 29 años, es miembro del grupo de investigación en ingeniería del software (GIIS) de la Universidad de Oviedo, pionero en el desarrollo de pruebas de software o «testing», un tema en el que fundamenta Casado su tesis doctoral. «Quería probar las aplicaciones de internet donde varias empresas colaboran, del estilo de las agencias virtuales que venden paquetes de viajes, hoteles y alquiler de vehículos», explica el joven ingeniero.

Las pruebas de software o «testing» habían sido obviadas tradicionalmente en el ámbito de la ingeniería. Estos ensayos -como los que se desarrollan con las grandes obras de ingeniería civil- son un proceso más para asegurar la calidad de las aplicaciones informáticas. En el caso de los servicios web que implican una transacción económica como el de las agencias de viajes cobra, si cabe, más importancia. «La intención es desarrollar un método sistemático que permita obtener, a partir de esas pruebas, un software eficiente, y que detecte los fallos desde el origen», subraya Casado, que está a punto de regresar a Oxford para completar su tesis, tras finalizar la docencia del segundo cuatrimestre en la Escuela Politécnica de Ingeniería. La novedad en el caso de su tesis doctoral es que cuenta con un tutor británico, Muhammad Younas, y otro en Asturias, el catedrático de la Universidad de Oviedo y director de la Cátedra Indra, Javier Tuya. Además, la lectura del proyecto se realizará siguiendo el modelo europeo: en inglés y con un tribunal internacional. En torno al mes de noviembre Rubén Casado prevé poder presentar ya los primeros resultados de su investigación. «En España el "testing" ha sido un poco apartado de la ingeniería del software», subraya el joven ingeniero informático, que dedicará el verano a este proyecto desplazado en Oxford.

«Siempre quise trabajar en la Universidad porque aúna la docencia y la investigación, que es lo que más me gusta. Qué mejor que enterarte de las últimas novedades de la informática siendo partícipe de ellas», cuenta Casado. Junto a sus colaboraciones con la Oxford Brookes University y en el INRIA, una agencia de investigación francesa, continúa muy ligado al grupo de investigación de la Universidad de Oviedo sobre pruebas de software que es pionero en el desarrollo de este tipo de prácticas. Según Casado, la filosofía tradicional de las empresas españolas era probar los sistemas de software cuando ya los ha pagado el cliente. «Hay incluso quien lo ve como una ingeniería de segunda, pero fuera tienen más en cuenta este proceso», añade. Tanto es así que en la Oxford Brookes University han sido capaces de desarrollar protocolos para el manejo de aplicaciones web donde intervienen varias empresas sin que existan fallos. «Desde la Universidad de Oviedo aportamos el conocimiento en "testing" y ellos en gestión», subraya Casado, aficionado a la informática desde los 7 años y vinculado a la docencia desde los 16. «Siempre quise dedicarme a esto», confiesa el gijonés, que en julio regresará a Oxford para completar su tesis sobre las transacciones de servicios web usando un enfoque basado en la dependencia. «Son métodos de prueba para aplicaciones de internet», aclara. Los primeros resultados de su investigación se han visto en congresos en China, Nueva York, Francia y Alemania.

«Es un tema bastante nuevo. Normalmente se desarrolla con un único grupo de trabajo, pero aquí tenemos la perspectiva de dos diferentes: el de Oxford y el de Gijón», indica. En la Universidad británica, el equipo del profesor Younas, del área de Tecnologías Web, les ha aportado una visión más práctica sobre las pruebas de software. «En España, hace dos o tres años se habían comenzado a pedir pruebas de servicios web, pero con la crisis se ha vuelto a recortar ahí cuando la realidad es que para tener una buena aplicación se debe invertir tanto en desarrollo como en pruebas», explica Casado, quien añade que cuando se trata de sistemas que implican transacciones de dinero cobran más sentido estos sistemas de calidad. «En España sólo se atienden los sistemas críticos, de tráfico aéreo; pero debería hacerse "testing" en todos», concluye.