M. C.

C. JIMÉNEZ

Una de las grandes apuestas de la reforma educativa del Gobierno, la formación profesional (FP) dual, es una realidad desde hace cinco años en el centro integrado de FP La Laboral. Allí vienen desarrollando diferentes acuerdos de movilidad que imitan la filosofía del modelo alemán, combinando la enseñanza en el centro educativo con las prácticas en empresas y el conocimiento de otros entornos laborales. Además, desde 2011 y dentro de sus programas europeos, han comenzado a recibir alumnos de su homónimo germano, el Bell Breuningun Berufskolleg, de Frechen (Colonia).

«Más que lo puedan aprender en este tiempo es la experiencia que se llevan», afirma Javier Cueli, director del CIFP la Laboral, donde hace unos días recibían a seis jóvenes alemanas que ya están insertadas en el funcionamiento diario de empresas como Pisa Proyectos de Innovación, Pérez-Holanda Consultores, Idesa Ingeniería y grupo TSK, en el vecino Parque Científico y Tecnológico. De abril a junio, se desplazarán a Alemania los alumnos asturianos. La mitad de los que participaron de esta experiencia el año pasado regresó a Alemania poco después con un contrato. «Es la demostración de que no lo hacemos tan mal si el mercado laboral alemán valora nuestro capital humano», sostiene la profesora Cristina Liñero.

Cueli apostilla que esos alumnos son también el ejemplo de que «no sólo los universitarios pueden ir a Alemania; también los alumnos de FP, salvando las barreras del idioma». En cuanto al destino germano, el director del centro integrado de FP gijonés, señala que lo importante no es tanto atender a la llamada de profesionales cualificados de la canciller Angela Merkel como el hecho de vivir una experiencia internacional, homologable también a efectos de trabajo.

Por su parte, Patrick Saulheimer, coordinador de los programas europeos del Bell Breuningun Berufskolleg y profesor de español que recibirá en abril a los próximos alumnos que se desplacen desde Gijón, subraya que lo difícil es tomar la decisión de marchar al extranjero, «porque para la gente joven son dos meses fuera de casa y también requiere un esfuerzo». La barrera idiomática trata de suavizarse antes de la salida con unos cursos de preparación lingüística que los alumnos deben estar dispuestos a seguir.

Seis de los estudiantes alemanes se encuentran ya estos días en Asturias para la realización de sus primeras prácticas empresariales en diferentes compañías asentadas en el Parque Científico y Tecnológico. En este caso se trata del programa «Leonardo da Vinci» dirigido a alumnos de Formación Profesional de Grado Medio. «La experiencia es beneficiosa para ambos, tanto para los que van a Alemania como para los que vienen a Asturias», sostiene Saulheimer, quien reconoce las dificultades para encontrar empresas que deseen participar de estos programas. «Es bueno conocer sistemas diferentes», apunta el docente con seis alumnas alemanas de 17 y 18 años que estarán bajo su tutela hasta finales del mes de octubre en Gijón.

El centro de formación profesional Revillagigedo inauguró ayer oficialmente el nuevo curso académico, tras haber cubierto las 315 plazas que ofrecía para nuevos alumnos, algo que no ocurría desde hace tres lustros, explicaron profesores del centro.

«Hacía por lo menos quince años que no teníamos cubiertas todas las plazas. Este año están completos los cuatro turnos de primero», indica José Ovies, profesor de Empresa en el centro, que indica que este aumento de la demanda es común a todos los centros de Formación Profesional de Gijón.

Algunas especialidades como Electricidad y Electrónica, en las que no se lograba cubrir el cupo de alumnos en años anteriores, se han completado en esta ocasión. Otras especialidades sí se llenaban en cursos anteriores, como las de Soldadura, Calderería, Mecánica y Electromecánica. Este año no sólo han mantenido esa tendencia, sino que en algunas de ellas no han podido matricularse grupos de jóvenes que han quedado en lista de espera, añade el docente. El orden de acceso se ha determinado en función de la nota de cada aspirante.

Ovies considera que el motivo del aumento de demanda en la Formación Profesional tiene que ver con la crisis económica, porque los jóvenes «saben que la formación profesional tiene mucha mayor inserción laboral» que otros estudios y las familias que antes orientaban a sus hijos hacia la Universidad, hoy apuestan en mayor medida por la FP. Es una explicación al hecho de que el Revillagigedo, el San Eutiquio, la Laboral, el López y Vicuña y el Fernández Vallín «estén todos hasta arriba», añade José Ovies.

El profesor espera que la situación económica mejore, para que dentro de dos años los alumnos del Revillagigedo se puedan insertar en el mercado laboral con un contrato en buenas condiciones. Hasta el inicio de la crisis, muchos de los alumnos del centro académico entraban a trabajar en las empresas a las que acudían a hacer las prácticas en el último año de formación. Ahora es más común que los contraten por obras determinadas, lo que supone una situación laboral menos estable.

Los nuevos alumnos recibieron ayer una explicación de la historia del centro y los veteranos las explicaciones de lo que se van a encontrar cuando acaben, que les dieron directivos empresariales.