R. VALLE

Una fotografía, una anécdota tras el mostrador, un nombre, la memoria de un olor, la añoranza de un producto, la sensación del tacto de un mostrador, una historia de infancia,... todo tendrá cabida en las cajas fuertes del nuevo banco de recuerdos del comercio gijonés que acaba de abrir sus puertas virtuales en la ciudad. Este «banco», al que podrán acceder tanto los comerciantes como los clientes, es una de las piezas más singulares del proyecto impulsado desde la Unión de Comerciantes, con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón, para recuperar la memoria del comercio de Gijón desde 1900 hasta la actualidad.

Al tanto de esta iniciativa, que está a mitad de camino entre la dinamización comercial y cultural, están dos jóvenes historiadores del arte, Carmen Alonso y Pablo Rodríguez, que desde el Centro Municipal de Empresas de Gijón han puesto en marcha recientemente dos firmas de gestión del patrimonio cultural. Hábitos Culturales y Agart, sus proyectos empresariales, están unidas ahora en la investigación de la historia de las tiendas de toda la vida de Gijón.

«Aquí están la tradición del comercio y el impulso de los emprendedores», destacaba ayer el edil de Desarrollo Económico y Empleo, Fernando Couto, al presentar oficialmente esta iniciativa en el salón de recepciones del Ayuntamiento. A su lado el presidente de la Unión de Comerciantes, David Argüelles, y entre el público asistente a la presentación de este proyecto «Memoria del Comercio en Gijón» representantes de negocios tan emblemáticos como Verdú, Buroteca, Bolsos Mariano, La Silueta, La Puerta del Sol...

De la suma del trabajo profesional de los dos investigadores -en archivos, museos y centros de documentación y también con entrevistas personales a los comerciantes más veteranos de la ciudad- y de los bienes cedidos por la ciudadanía en el banco de los recuerdos saldrá una publicación monográfica sobre la historia del comercio y su trascendencia en el desarrollo económico de la ciudad, una página web dónde se podrán hacer consultas online sobre esos recuerdos de comerciantes y clientes y una gran exposición que dará contenido al pabellón del Ayuntamiento de Gijón en la próxima edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias.

Libro y exposición quieren dejar claro el «papel de indiscutible relevancia» que ha tenido el comercio de proximidad en el desarrollo económico de la ciudad pero también en el ámbito de las relaciones sociales o como motor que ha impulsado la urbanización de nuevos espacios tanto del centro como de los barrios. Un comercio como parte sustancial de la identidad de Gijón y los gijoneses.

«No estamos ante un ejercicio de nostalgia ni queremos defender aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Este trabajo reivindica la importancia del sector en la economía local, su capacidad para adaptarse a las novedades de cada época y nuestro orgullo de ser comerciantes», sentenciaba ayer David Argüelles. El presidente de la Unión de Comerciantes tuvo un guiño al final de su discurso para Pablo Álvarez Cachero, también presente en la sala, con quien hubo una relación intensa en su etapa de director del área de Desarrollo Económico y que acaba de ser nombrado gerente de la Empresa Municipal de Aguas.