La Policía Nacional ha detenido en Gijón a catorce personas acusadas de cometer un delito de defraudación de fluido eléctrico. Con estos arrestos -practicados dentro de la denominada "operación Contador"-, los funcionarios de la Comisaría de El Natahoyo han conseguido desarticular una banda especializada en manipular contadores de luz que operaba en locales de toda Asturias. Los acusados -a los que hay que añadir un hostelero imputado pero no detenido- conseguían rebajar notablemente las facturas de sus "clientes" utilizando trucos ilegales.

La investigación por estos hechos comenzó a finales del pasado 2012. Fue entonces cuando dentro de los trabajos realizados con motivo de la "operación Tridente" contra el tráfico de drogas los agentes se dieron cuenta de que uno de los detenidos por vender estupefacientes se dedicaba, además, a la manipulación de los medidores de consumo eléctrico en varios establecimientos de restauración de Gijón. Según una portavoz de la Comisaría de El Natahoyo, "él mismo se ofrecía a los dueños de los negocios, pero a veces éstos contactaban también con él a través de conocidos". Su trabajo había resultado útil a muchos empresarios y al arrestado le había funcionado el "boca a boca".

Tras percatarse de lo que estaba sucediendo, el grupo de estupefacientes de la Comisaría se hizo cargo de esta nueva investigación, abriendo una pieza separada de la "operación Tridente" que fue dirigida en todo momento por el Juzgado de instrucción número 2 de la ciudad. Y que se cerró descubriendo fraudes en 15 establecimientos repartidos por todo el concejo. Los funcionarios detuvieron a catorce personas -muchas de ellas empresarios- y procedieron a la imputación de un hostelero que si bien tenía "trucados" sus contadores se pudo demostrar que no era conocedor de la situación, ya que había sido uno de sus empleados el que había "contratado" una trampa de la que, no obstante, acabó beneficiándose el imputado.

La Policía Nacional asegura que en total se ha conseguido defraudar 62.445 euros. Los agentes trabajaron durante casi cinco meses para inspeccionar más de una veintena de bares y restaurantes de la ciudad. Pero los "trucos" no se quedaron solamente en Gijón. En Oviedo también se detectaron casos de unos engaños que las propias compañías suministradoras definen como "peligrosos".

Los portavoces de las empresas eléctricas advierten de que "además de constituir un fraude, manipular un contador supone un grave problema de seguridad y más si se hace en locales en los que se da un servicio al público y en los que se pueden producir cortocircuitos que ponen en peligro la vida de muchas personas".

El caso de los hosteleros que ahora han sido detenidos en Gijón no es, ni de lejos, el único que preocupa a este tipo de empresas. Hace apenas unos días la Policía Nacional informaba de la detención de otro vecino de la ciudad acusado en esta ocasión de conectar la electricidad de su casa al contador del vecino. El gijonés afectado por estos hechos acabó denunciando la situación ante los agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de El Natahoyo al percatarse de que la cantidad que tenía que pagar en sus facturas era demasiado elevada.

El Juzgado sigue ahora trabajando para enjuiciar a los hosteleros que han sido detenidos y a los que ya se ha tomado una primera declaración.