Juanele no irá a la cárcel. A pesar de que la magistrada titular del Juzgado de lo penal número 2 de Gijón condenó ayer al exfutbolista a cinco meses de prisión por agredir con un bate de béisbol a su expareja el pasado 2 de julio en la peluquería que esta regenta en El Natahoyo, la jueza admite que el reo quede en libertad vigilada a cambio de someterse a un tratamiento médico con el que se pueda vigilar sus padecimientos psíquicos durante los próximos tres años. El médico que atienda al exfutbolista del Sporting, Tenerife y Zaragoza deberá remitir informes semestrales en donde se detalle la situación mental del exfubolista.

Para la juez, María León Escobedo, la condena debe resolverse "en una interpretación 'pro reo' -a favor del reo-, que supone a la vez una valoración 'pro societas', ya que el control médico del acusado es preferible a su simple ingreso en prisión, tanto para su curación como para el interés de la víctima y en general, de la sociedad para evitar que situaciones tan violentas como las vividas por la perjudicada y que riesgos tan evidentes para las personas puedan volver a producirse". La magistrada tiene en cuenta que el procesado padece "una patología dual con la coexistencia de trastorno por dependencia a alcohol y trastorno de la personalidad de inestabilidad emocional de tipo impulsivo y trastorno bipolar confirmado en el año 2007". Lo que no acepta la magistrada es que esa enfermedad, el consumo de alcohol y la negativa de Juanele a seguir la medicación prescrita para sus problemas psiquiátricos eximan a Castaño Quirós de su responsabilidad.

"Sin negar la patología médica de insanidad que padece el acusado, es también consciente de que la ingesta de alcohol y el abandono de las medicinas prescritas agudizan sus males", afirma la juez en la sentencia que ayer hizo publica.

Atendiendo a la petición de la víctima, el tribunal también impone una orden de alejamiento a favor de la denunciante que impide a Juan Castaño Quirós comunicarse con su expareja por cualquier medio o acercarse a menos de 500 metros de la mujer, su domicilio, su lugar de trabajo o cualquier lugar que ella frecuente durante tres años. Además la juez ordena el decomiso y la destrucción del bate de madera con el que Juanele perpetró la agresión.

Los hechos tuvieron lugar, tal y como relató la víctima ante el tribunal, a las cinco menos cuarto de la tarde del 2 de julio, poco después de que la mujer con la que Juanele había compartido más de tres años de relación sentimental hasta principios de este año abriera su negocio al público. El exfutbolista acudió a la peluquería después de haber bebido -según su propio testimonio-, al menos tres cañones de cerveza y otras tantas copas. Sacando un bate de béisbol de entre sus ropas golpeó "en repetidas ocasiones" a la denunciante en la mano, la cabeza y la espalda. La hija de la víctima, de ocho años, presenció toda la agresión. La juez da en su sentencia credibilidad a la declaración de la denunciante. "Su testimonio es contundente, se presenta de forma lógica, es coherente, persistente, tajante y coincidente en lo esencial con lo manifestado con anterioridad", argumenta la magistrada.

La abogada de la víctima, Salomé Miranda, anunció ayer su intención de recurrir la sentencia ante el tribunal de la sección octava de la Audiencia Provincial. "Me parece una condena irrisoria. No es normal que porque una persona esté bebida pueda intentar matar a alguien. Cada uno decide si quiere consumir alcohol o no", afirmó la víctima, Ana Belén Espinosa. La peluquera se mostró de acuerdo con que su ex pareja siga un tratamiento psiquiátrico que le ayude con sus enfermedades pero aseguró que este seguimiento debería realizarse "desde dentro de la cárcel".

Juan Castaño Quirós ya ingresó en la prisión de Villabona en 2011. El exfutbolista acabó entre rejas tras ser condenado en dos ocasiones por sendos Juzgados penales: primero fue castigado por un altercado en un bar de Fomento y después por pincharle las ruedas a un directivo del Grupo Covadonga cuyo turismo había confundido con el de su exmujer. La primera condena había quedado suspendida a cambio de que Juanele no cometiera nuevos delitos. Al llegar la segunda sentencia condenatoria los tribunales decidieron levantar la suspensión.

El abogado del reo, el gijonés Guillermo Calvo Franco, no quiso ayer hacer valoración alguna del fallo del Juzgado de lo penal número 2.