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Exequias de Mariano López Santiago

La villa despide en San Pedro a "un caballero de la cabeza a los pies"

Moriyón, Felgueroso y Areces asistieron al funeral del exsecretario municipal

La villa despide en San Pedro a "un caballero de la cabeza a los pies"

Una amplia representación de la vida política y ciudadana de Gijón se dio cita ayer por la tarde, en la iglesia parroquial Mayor de San Pedro Apóstol, para dar su último adiós a Mariano López Santiago, quien falleció el pasado domingo, a los 79 años de edad.

La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón Entrialgo, encabezó la representación de la Corporación Municipal que asistió al funeral de quien fue secretario general letrado del Ayuntamiento de Gijón entre los años 1990 y 2006.

Además de varios concejales actuales y anteriores, también acudieron al oficio religioso los dos anteriores alcaldes de la villa: Paz Fernández Felgueroso y Vicente Álvarez Areces, quienes tuvieron a Mariano López Santiago como secretario municipal.

"Fue un caballero de la cabeza a los pies en su forma de pensar, de vivir, de trabajar y de relacionarse con los demás", afirmó, en su homilía, Javier Gómez Cuesta, el párroco de San Pedro Apóstol, que fue quien ofició el funeral por el exsecretario municipal, a quien en el año 2006 el Ayuntamiento de Gijón le entregó la Medalla de Plata de la villa "por los servicios prestados al municipio".

Mariano López Santiago (Madrid, 1936) estaba casado con María Concepción García Palacios y tenía tres hijas y dos nietas. Licenciado en Derecho, en su dilatada carrera profesional (se jubiló al cumplir los 70 años de edad), fue secretario de los ayuntamientos de Villaviciosa de Odón, Getafe, Laviana, Caso, Aller, Mieres, Lena y Gijón.

"Mariano ha sido una persona querida, importante, con la que hemos compartido y disfrutado de la vida", subrayó Javier Gómez Cuesta, "una persona querida de nuestro entorno que daba a la vida familiar un valor primordial y un profesional bien preparado".

En su homilía, Javier Gómez Cuesta también destacó la faceta social del funcionario fallecido: "Una gran persona con gran sensibilidad social, que hacía con gusto, pasión y entrega altruista", y recordó el oficiante que entre las aportaciones de Mariano López Santiago, quien durante varios años fue también crítico teatral de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, estuvo "su permanencia a la junta de gobierno de la residencia de ancianos de esta parroquia". En definitiva, en palabras de Gómez Cuesta, "un amigo franco, leal y de los que sabían escuchar".

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