Componer de forma innovadora y sencilla una partitura musical donde el ordenador funciona como herramienta de ensamble es el objetivo que se han propuesto en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón. La improvisación y la creatividad prevalecen en una iniciativa que desembocará en la formación de la primera Orquesta de Portátiles de la Universidad de Oviedo donde la música nace de una serie de laptops (computadores portátiles) unidos en red a imagen de las que ya existen en las universidades de Standford y Princeton. El coordinador de tan singular propuesta es el profesor Javier Suárez Quirós, coordinador del grupo de investigación I3G (Investigación e Innovación en Ingeniería Gráfica).
Los componentes de la futura orquesta tendrán algo de artistas pero también de técnicos pues funcionarán como un grupo abierto de investigadores sonoros, mitad "luthieres" digitales, mitad intérpretes y compositores interesados en encontrar nuevos lenguajes y formas de interpretación en red. "Aquí se premia algo que en la composición musical convencional está prohibido: la creatividad. Aquí lo prohibido es no ser creativo", proclama Suárez Quirós como principio básico de la nueva orquesta, "LOrk@EPI", que nace con el ánimo de fomentar la proactividad del alumnado, a través del trabajo colaborativo que ya se exige en los nuevos planes de estudio. "Lejos de la relación respetuosa y encorsetada que existe en la música tradicional, aquí hay libertad creadora, que no significa que no haya reglas sino que existe la posibilidad de experimentar", cuenta el profesor Suárez Quirós, fundador y director del grupo instrumental "Madera Noble", con los que actuó como organista por toda Asturias y Francia a finales de los ochenta. El docente habla con propiedad de la rigidez de las enseñanzas oficiales de música. Además de haber sido uno de los artífices de la creación del Coro "Música Reservata", especializado en música vocal de los siglos XV y XVI, fue director de la Coral Polifónica "Aires de Candás" y cuenta con sendos másteres en Historia y Ciencias de la Música así como el grado elemental de piano y estudios de órgano en los conservatorios de Oviedo y Gijón. Lo que se pretende poner en valor con la Orquesta de Portátiles es precisamente acercar a los alumnos un proyecto "estimulante" donde ellos mismos se convierten en creadores. "Queremos formar ciudadanos en otros ámbitos disciplinares", cuenta Suárez Quirós. Los alumnos crearán sus propios instrumentos virtuales (sintetizadores, samplers, cajas de síntesis...) mediante lenguajes de programación de fácil aprendizaje con posibilidades ilimitadas. Tras el lanzamiento de la orquesta el próximo mes de septiembre -abierta a profesores y alumnos tanto de dentro como de fuera del campus-, los primeros ensayos comenzarán en octubre, para ayudar a los alumnos a adquirir unas nociones básicas de la herramienta de trabajo. Se trata del programa "Pure Data", un software que permite una conexión directa entre la persona y el sonido, sin necesidad de instrumentos físicos de por medio. "Con un mínimo de interés se puede comenzar a crear tras dos tardes. Aquí no cabe la pericia ni el virtuosismo, sino la exploración", continúa el docente. Lo que saldrá de aquí será "música electrónica muy experimental", aclara. Lo importante no es el bagaje musical previo de los componentes sino su vivencia del sonido.
Así, no es de extrañar que sus promotores reconozcan que las posibilidades de creación "asustan" porque resultan sumamente amplias. Con una infraestructura mínima para comenzar, consistente en un equipo de sonido, altavoces y el aula iMac de la Politécnica arrancará la historia de la Orquesta de Portátiles de la Universidad de Oviedo. "No será algo exigente; no más allá de dos horas a la semana. El resto será experimentación por cuenta propia", explican sobre las facilidades para sumarse a esta iniciativa.
A la herramienta básica del portátil podrían sumarse otros dispositivos como tabletas, teléfonos móviles o mandos de videoconsolas. Todo, para establecer una conexión directa con el sonido donde el concepto de obra cerrada se ha caído y se da el salto hacia una composición colaborativa vinculada no solo a una vivencia sonora sino también gestual. "Será un modelo excepcional de trabajo en equipo", apunta Suárez Quirós ante un sistema de trabajo que permite intensificar conocimientos de una manera divertida y más creativa. No les resultarán extraños a los futuros miembros de la Orquesta de Portátiles conceptos ingenieriles como frecuencia o armónicos que aquí se aplican para crear sonidos a partir de algoritmos y secuencias aleatorias. Lo que se promueve, en definitiva, es una relación más artesanal y directa con la música, concluye Suárez Quirós.
