Hace poco más de un año, a finales del mes de julio de 2014, la Policía Local de Gijón adquirió un nuevo mecanismo que con solo analizar la saliva de los conductores durante unos minutos permitía a los agentes saber si los ciudadanos examinados habían consumido droga antes de coger el coche. Los resultados de estos nuevos análisis, aseguran desde la Jefatura, han sido buenos y han permitido evitar que conductores con las facultades alteradas provoquen accidentes de tráfico.

Dentro de los controles preventivos de alcoholemia -en los que principalmente lo que se analiza es el consumo de bebidas alcohólicas-, la Policía Local ha detectado en lo que va de año a seis conductores que habían consumido estupefacientes poco antes de circular. La mayor parte de las personas que arrojaron un positivo en los análisis de drogas habían consumido marihuana. Pero no fueron los únicos. A esta estadística habría que sumar los controles específicos de estupefacientes que realizan los agentes de la Policía Local a diario durante el verano y en invierno durante las noches de los fines de semana.

Los funcionarios establecen los controles tanto de drogas como de alcohol en zonas en las que es frecuente el tránsito de vehículos. "Nos dejamos ver, no nos escondemos porque somos un servicio preventivo", relata uno de los responsables de estos dispositivos.