"Estoy feliz. No puedo decir otra cosa. Cuando ví la camiseta me apetecía llorar".

Monchu Ortea, cooperante de Save the Children, ya respira aliviado. Y vuelve a confiar en la bondad de la gente. No sabe si fue el llamamiento que hizo a través de los medios de comunicación o los "cientos de tarjetas" que asegura que repartió durante dos días por el barrio de El Llano, pero ayer volvió a su poder, de forma anónima, la camiseta robada de la organización con las firmas autógrafas de los componentes de la selección española de fútbol. Una prenda que pretende convertirse en objeto preciado para algún intersado de las subastas y que el miércoles había sido robada al descuido. El dinero que se recaude será destinado a alguno de los programas urgentes que la entidad está desarrollando con los refugiados sirios en distintos países de Europa.

La camiseta de Save the Children le desapareció a Ortea de una mochila que dejó en un cyber del barrio de El Llano al que había ido para hacer unos fotomontajes con las instantáneas de Vicente del Bosque y otros jugadores de la Roja compartiendo el proyecto solidario de Save the Children. Tras el disgusto inicial Ortea no dudó en poner en conocimiento de LA NUEVA ESPAÑA y otros medios de comunicación lo sucedido, apelando a la responsabilidad de la gente para ver si alguien le devolvía la elástica. También repartió tarjetas de identificación por El Llano: "pasé dos días que ni dormí", reconoce Ortea.

Ayer por la mañana se emocionó cuando al acercarse al negocio que va a abrir en el Paseo de la Infancia vio una bolsa de plástico colgada de la manilla y dentro estaba el preciado objeto. "Algún alma caritativa se apiadó de mí y le conmovió mi disgusto", reconoce Ortea, que ahora se pondrá manos a la obra para organizar la subasta en las redes sociales. Y a multiplicar esa ilusión.