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Campus

Alumnos que también enseñan

Los ingenieros de la Politécnica que reciben asesoramiento de estudiantes de cursos superiores agradecen la ayuda "entre iguales" en sus inicios universitarios

Por la izquierda, Tomás Sánchez; la subdirectora de la Politécnica, Inés Suárez Ramón; Alfonso Cerezo, y el profesor José Ángel Huidobro. JUAN PLAZA

"Cuando llegué a la Escuela esto era un mundo aparte; cualquier trámite que tenías que hacer te daba un poco de apuro". Tomás Sánchez, alumno de la Politécnica de Gijón se incorporó el curso pasado al programa de mentorías, una iniciativa que funciona como una plataforma de tutorías entre iguales, destinado a alumnos de nuevo ingreso, donde el peso fundamental recae en los estudiantes de cursos superiores con el apoyo y coordinación del profesorado. Tomás decidió inscribirse en el mismo momento en que se matriculaba en los estudios de Ingeniería Mecánica. "No sabía dónde me metía", reconoce ahora el alumno sobre el volumen de datos que tuvo de digerir en los primeros días del curso y los trámites a realizar entonces. Del otro lado, trabajando como mentor, se encuentra Alfonso Cerezo, alumno de tercer curso del grado en Tecnologías Industriales, quien valora que el éxito del programa radica en posición "de igual a igual" que existe entre mentores y mentorizados. "La experiencia fue mejor de lo que esperaba", cuenta este ingeniero, miembro también de la delegación de alumnos e integrado en otros proyectos de la Escuela como el equipo de la competición "Fórmula Student".

"A medida que avanza el curso el contacto se hace menos necesario", confirma Cerezo. No obstante, cualquier alumno puede incorporarse al programa en el momento que considere preciso. La ventaja principal radica en el respaldo permanente del profesorado. Los departamentos de Matemáticas y Física concentran la mayoría de las dudas de los alumnos de primer curso precisamente por tratarse de las materias comunes a todos los grados. José Ángel Huidobro, docente del departamento de Matemáticas, sostiene que la primera experiencia ha sido muy positiva. "Nos reunimos con personal de dirección, alumnos, personal de administración... y elaboramos una lista con las cuestiones que sería conveniente trasladar a los alumnos mentorizados", detalla. En ese documento no falta uno de los temas más controvertidos en los últimos cursos entre el alumnado de la Universidad: el reglamento de permanencia. "También recomendamos que se lean las guías docentes de las asignaturas y que conozcan cómo se evalúa", continúa Huidobro.

Desde su experiencia como mentor, Alfonso Cerezo opina que después de los primeros exámenes es cuando surgen las dudas más frecuentes. "Les hablamos del régimen de permanencia y de que tienen que empezar a preocuparse sobre las técnicas de estudio", plantea este ingeniero en ciernes. El contrato de confidencialidad suscrito al incorporarse al programa permite a los mentorizados trabar una relación "más cercana a la amistad que la que normalmente rige las relaciones profesor-alumno".

La subdirectora de Estudiantes, Inés Suárez Ramón, explica que este año tienen alumnos de segundo curso interesados en convertirse en mentores aunque la experiencia mejor para asesorar sería la de estudiantes de tercero y cuarto cursos de grado o, incluso, de máster. "A la dirección le quita mucho trabajo tener un programa donde son los propios estudiantes ofrecen asesoramiento a otros", subraya. A veces se nos colapsa el teléfono y el correo con cuestiones de fácil respuesta", agrega Suárez Ramón.

De cara al próximo curso se prevé que los mentores acudan a los centros de Secundaria para informar sobre las oportunidades de la ingeniería. "Ayuda mucho por la labor de apoyo moral que implica el programa. Al principio es un cambio muy fuerte y los exámenes no hay quien los coja", añade Alfonso Cerezo. Para los docentes, puntualiza Huidobro, "no supone un trabajo excesivo". Tanto profesores como alumnos obtienen un reconocimiento en forma de créditos por su participación en un programa que se apoya en el componente de las relaciones humanas más que el asesoramiento académico puro y duro. Para los docentes, confirma Suárez Ramón, es también "una oportunidad para ponerte al día en cuestiones de normativa". Y los mentores adquieren "un sentido de la responsabilidad" extra. Este curso se han inscrito en el programa 85 mentores y 32 profesores tutores que dan apoyo a 136 estudiantes de nuevo ingreso.

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