Es el hombre del momento por la proximidad de la celebración del 53º Festival de Cine de Gijón, un acontecimiento que situará la ciudad en el foco de atención de medio mundo. Mientras tanto sus oficinas bullen, un montón de mesas ocupadas, un montón de pantallas encendidas... Tal como la NASA. Y otro montón de ojos femeninos tras todo ello. Cámara, acción, el director a escena. Nacho Carballo.
-Dígame, ¿usted quién es?
-Un gijonés nacido en el Hospital de Cabueñes (1972), menor de dos hermanos. Como buen acuario soy creativo y apasionado; mi trabajo es mi pasión. Sincero, muy trabajador, necesitaría más de 24 horas para desempeñar mis labores; duermo poco. Me interesa todo lo relacionado con la Cultura. Generoso, decía mi abuela que "manos que no dais, ¿qué esperáis?". Creo en la democracia y como Voltaire sostengo que "detesto lo que dices, pero daría mi vida por defender tu derecho a decirlo". Muy amigo de mis amigos, estoy casado y no tengo hijos.
-¿Su vida es de cine?
-No, mi vida es el cine, que es otra cosa. Soy un playo normal que quisiera hacer películas o series de televisión sin parar.
-¿De pequeño tenía una cámara de 8 milímetros?
-Era de mi padre, yo se la cogía y se lo borraba todo. Cualquier cosa, hasta un simple palo me servía para jugar. Escribí mi primera obra de teatro a los 16 años, la leyó el dramaturgo Chatono Contreras y me dijo, "tírala, la idea es buena pero esto no es teatro, es un guión de cine".
-Una curiosidad, ¿las películas siguen viniendo en latas?
-No, están en discos duros. Hemos pasado de tocar el celuloide, a no ver nada.
-¿Recuerda la primera película que vio?
-Sí, "Ben-Hur". Recuerdo que mis padres me llevaban a "La guerra de las galaxias", en el cine María Cristina, pero como no había entradas nos fuimos al Arango donde ponían "Ben-Hur". A mis cinco años aquello me impresionó, estaba fascinado y salí del cine queriendo ser un romano. Los padres harían muy bien en llevar a sus hijos al cine, fomenta la imaginación, se meten en otras vidas y son felices.
-¿Se ha puesto alguna vez delante de las cámaras?
-Sí, hay que vivir la experiencia del actor. Lo hice en "Luz de domingo", y en "Sangre de mayo", ambos filmes de José Luis Garci, que fue quien me llevó de Asturias a Madrid.
-¿Y detrás?
-Muchas veces. Hice seis cortos, tres documentales, ocho videoclips, unos treinta spots publicitarios, todos como director. Como jefe de producción rodé "Cazadores de hombres" para Antena 3, "Vientos de agua", para Telecinco, y el documental "Monza Capellá", para TV3. Estuve en el equipo de dirección de "Hispana", de Telecinco, y como ayudante de dirección de José Luis García Sánchez, hicimos la vida de Valle Inclán, entre otros.
-Pero en realidad, ¿usted para qué se había preparado?
-Cursé el Bachillerato en el colegio Corazón de María, y Empresariales en la Escuela de Gijón. También hice estudios de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo, pero no he terminado la carrera; cualquier día lo haré. Ocurre que en ese tiempo rodé mi primera película, "Asesinato en negro", como director, y un corto "Underwood", seleccionado por TVE en el programa "La Mandrágora". Yo quise ser futbolista, periodista, arqueólogo como Indiana Jones, o escritor... Pero en el fondo deseaba ser cineasta, y lo conseguí.
-¿Cómo accedió al Festival de Cine de Gijón?
-Estaba en Madrid y un día recibí una llamada de un amigo, compañero en Empresariales, que estaba en Foro, y me preguntó cómo veía el Festival. Le di mi opinión y pasado un tiempo, cuando vieron que la situación del Festival no podía sostenerse, me plantearon dirigirlo. Se armó una gresca tremenda, llegué a recibir amenazas de muerte, ataques personales por Twitter y ciertas manipulaciones de prensa me hicieron daño. Pero nunca he tomado represalias, estoy abierto a todos. Hubo un boicot al Festival pero se superó, ya que el año pasado alcanzamos el récord de asistencia con más de 80.000 espectadores. Es el valor cultural más grande que tiene Asturias.
-¿Van las películas del Festival a las carteleras?
-Sí, muchas. El año pasado, "Ida", la que ganó el Festival y cuatro premios más, obtuvo un Goya a la mejor película extranjera, también el Oscar, y el Ministerio de Cultura, este año, le ha dado a su director Pawel Pawlikowski la máxima calificación. Y podemos hablar de "La distancia más larga", de "Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!", y tantas otras que han sido un éxito.
-¿Cuál es la película que siempre volvería a ver?
-Hay una que veo todos los años, e incluso varias veces: "Jesucristo superstar". Me gusta todo de ella.
-¿Su director preferido?
-Igmar Bergman, Hitchcock, Berlanga, Buñuel, el japonés Kurosawa... Hay tantos... Los franceses... Me gusta el cine especial, aunque de vez en cuando me doy un chute comercial.
-¿Y su actriz?
-Meryl Streep, Glenn Close, Ava Gardner... La francesa Marion Cotillard, y las españolas Elena Anaya, Aitana Sánchez-Gijón y Bárbara Lennie.
-¿Y actor?
-Para mí el rey ha sido Marlon Brando. Seguido de Alfredo Landa, Al Pacino, Fernando Fernán Gómez... Y Javier Bardem, ahora mismo el mejor.
-¿Le gusta el cine español?
-Estamos en un momento de grandes creadores, pero con un Gobierno que no cuida el cine. Con poco dinero se están haciendo películas de mucho talento. Hay gente joven muy válida como Carlos Vermut, que acaba de ganar la "Concha de Oro" en San Sebastián, o Mikel González Girl, un jovencísimo director.
-¿Quién es el enemigo público del cine?
-Montoro, y su 21 por ciento. El cine tendría que ser un bien de interés público. No es más caro que tomar una copa, claro que sin coca-cola y palomitas.
-Parece que el cierre de las salas centro se alarga merced al Festival...
-Hemos ganado una batalla, pero voy a luchar porque se mantengan. Y sería interesante recuperar el Arango, muchos espectáculos no tienen cabida en el Jovellanos. Y un pueblo sin cultura está hundido en la miseria.
-¿Cuántos filmes concurren este año al 53.º Festival?
-Entre 240 y 250, contando todas las clases. Vendrá gente muy importante, un director japonés de los grandes, otro español... Habrá sorpresas.
-¿Tiene tiempo para hobbies?
-Me gusta leer, dibujar, la fotografía, los gatos y los tebeos. Siempre he tenido gato. Y soy del Sporting a muerte.
