José Llaneza García, exfutbolista del Caudal, Real Oviedo, Avilés, Ferrol o Tarrasa, entre otros equipos, y respetado comerciante con más de medio siglo de dedicación profesional en la ciudad falleció ayer en Gijón. Con su muerte deja un poco huérfanos a los negocios tradicionales de la ciudad entre los que su Zapatillería Llaneza, de la calle Asturias, -al frente de la cual se mantuvo casi hasta el último momento- es un referente.

Como un referente era, también, la implicación de Llaneza con su negocio y, por extensión, con todo el sector comercial de Gijón, por cuyos intereses siempre estaba preocupado y dispuesto a la máxima colaboración. "Se nos va un profesional de primera; lo fue desde que empezó en el negocio y siguió igual hasta el último instante. Le preocupaba su comercio y el de toda la ciudad, quería que se hicieran las cosas bien y siempre hacía gala de una gran mentalidad empresarial", reconocían ayer portavoces de la Unión de Comerciantes.

Nacido en Langreo (1933), José Llaneza se afincó en Gijón en 1962. El mismo año en que se casó con Ernestina Pidal Caso y el mismo en que abrió su negocio de zapatillería en la calle Jovellanos. Hasta entonces Llaneza había hecho carrera en el fútbol: militó en el Caudal de Mieres, en el Círculo Popular de La Felguera, en el San Martín de Sotrondio, el Real Oviedo, el Tarrasa, Avilés y El Ferrol. En una entrevista concedida a LA NUEVA ESPAÑA donde relató parte de su vida, José Llaneza reconocía que pese a no haber jugado en el Sporting, el de Gijón "es mi equipo; he sido socio 45 años e incluso accionista, y mis hijos y sus cónyuges son rojiblancos hasta la médula".

Fue al colgar las botas, con 28 años, cuando se planteó la idea de montar un negocio en Gijón y siguiendo los consejos de un amigo que trabajaba en los almacenes Rojo Cortés le vió futuro al sector de la zapatillería. Llaneza y su mujer abrieron su primera tienda en la calle Jovellanos, pero en 1970 tuvieron que abandonar el local por problemas derivados de la Ley del Suelo y pasaron a ocupar su emplazamiento definitivo la calle Asturias. El respeto que siempre mostraron por el cliente y el producto, el sentido del trabajo del matrimonio, y su seriedad en todas las vertientes del comercio granjearon a la familia un reconocimiento unánime. De ese cuidado máximo que ponía en lo que hacía da idea el hecho de que reconocía que su especialidad había sido siempre atender a las mujeres mayores con problemas en los pies, algunos muy graves, para las que siempre encontraba algo que ofrecerles.

Hasta hace sólo unas semanas José Llaneza seguía acudiendo a diario a su zapatillería para ocuparse en tareas de almacén, tras abandonar ya la venta al público. Gran deportista y hombre preocupado por mantener un buen tono físico, hacía años que Llaneza había encontrado en el yoga un aliciente para sus autocuidados. La enfermedad le pilló trabajando y apenas le dio tiempo a combatirla.

El funeral por su memoria tendrá lugar hoy martes, a las 18.00 horas en la iglesia parroquial de San José, donde amigos y allegados arroparán a su esposa, hijos y nietos.