Siete ultras del Sporting de Gijón se sientan esta mañana en el banquillo de los acusados, en el juzgado de lo penal número dos de Gijón, para responder de la violenta trifulca que tuvo lugar en el partido de fútbol en El Molinón entre el Sporting y el Córdoba en mayo de 2013. El fiscal acusa a los ultras de participar en agresiones a agentes de policía y a guardias jurado cuando intervinieron para impedir situaciones de riesgo para otros aficionados, para los jugadores de ambos equipos y para sus familias. Tres guardias de seguridad resultaron heridos al hacer frente a los violentos.

Los ultras respondieron lanzando objetos y hasta un asiento a los agentes cuando intervinieron para evitar que se desplazaran arriba y abajo en las gradas durante el partido. Tras el mismo, trataron de acceder a los garajes de las instalaciones, donde estaban jugadores y familiares de éstos.

El fiscal pide penas para cada acusado que oscilan entre los tres años y medio y los siete años de prisión y que suman en conjunto 29 años de cárcel. La fiscalía acusa a los reos de un delito de desórdenes públicos al que, en algunos casos, se suman acusaciones por atentado contra agente de la autoridad y por lesiones. Dos de los procesados cuentan con antecedentes penales.