El lema del colegio de los jesuitas de Gijón este año reza "elegir para soñar". Sus alumnos, de ayer y hoy, vuelven, libremente, a sus muros para celebrar, con toda la comunidad educativa, el día de su matrona, la virgen Inmaculada Concepción.

La iglesia del centro se llenó, "de hombres y mujeres para los demás", como dijo en su día el padre Arrupe, en una fecha señalada de celebración de los 125 años de compromiso educativo con la sociedad y que coincide con el "año de la misericordia", inaugurado ayer por el Papa Francisco.

"Competentes, conscientes, compasivos y comprometidos", recordó durante la homilía el padre Inocencio Martín Vicente sj, coordinador de las tareas de la orden en la denominada Plataforma Apostólica Local (PAL) de Asturias. Martín Vicente, que estuvo arropado por once jesuitas, entre ellos, el actual director del colegio, Alfredo Flórez Cienfuegos Jovellanos y el párroco de la Inmaculada, José Manuel Peco, recordó la labor llevada a cabo por el jesuita Gumersindo Treceño que, con 102 años de edad, fue trasladado en noviembre a una residencia en Salamanca tras más de 70 años en el colegio gijonés. "Aquí se come también bien", parafraseó Martín Vicente a su veterano compañero. También hubo elogios para los hermanos jesuitas, "la maquinaria invisible del colegio" y una mención especial al antiguo alumno, Álvaro Pío Fernández-Castaño Merediz, recientemente fallecido.

El himno del colegio es todo un rito. La letra, que el próximo 18 de diciembre cumplirá cien años, cerró el acto religioso. El coro de padres, dirigido por el jesuita Pedro Menéndez Cifuentes, arropó al resto de sacerdotes, guiados por el padre Inocencio Martín en la bendición del Belén y de las dos placas conmemorativas del 125.º aniversario del centro, situadas en la entrada principal, con el nombre de los miembros de la actual comunidad educativa, cerca de 1.400 nombres.

El Belén, que con mimo han llevado a cabo desde el mes de septiembre varias familias, coordinadas por el profesor Eusebio de la Vega, se convierte todos los años en el principal atractivo de las navidades jesuíticas en Gijón y que este año presenta novedades de figuras y perspectiva.