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Las despedidas más lloradas del año

El líder socialista Marcelo García, el arquitecto Chema Cabezudo, el actor Germán Robles y el sidrero Vicente Trabanco, algunos ilustres que fallecieron en 2015

José M.ª Cabezudo. JUAN PLAZA

Nada más comenzar el año 2015 la enfermedad quebró a los 63 años a un activista cultural, creador del concurso de poesía erótica Cálamo y del premio de fotografía Man Ray. Se trata de Juan Garay, también fundamental en la Sociedad Cultural Gesto, fotógrafo y autor de tres libros de fotografía. Vemos en LA NUEVA ESPAÑA su féretro en el tanatorio cubierto por una bandera anarquista.

Al día siguiente Izquierda Unida pedía que se diera su nombre a una calle o a un jardín público de Gijón, cosa que no fue todavía realidad. El mismo Día de Reyes moría a los 83 años Vicente Trabanco, como titulaba el diario, "innovador de la sidra y baluarte del llagar de Lavandera". Era Vicente Trabanco hijo de Emilio Trabanco, fundador del grupo sidrero, y la historia del llagar de Lavandera es una historia llena de premios y de reconocimientos. Uno de los últimos el premio a la mejor sidra en el festival sidrero de Gijón de 2013. El mismo día fallecía Rosendo Paniagua, Pani, presidente de la asociación de vecinos "Evaristo Valle" de Lloreda. Muy pocos días más tarde, el 18 de febrero, el Ayuntamiento acordó dar su nombre a un parque en la zona.

Todavía en enero moría el fotógrafo Joaquín Bilbao, a los 55 años, como consecuencia de un infarto. Recordaba el diario su carrera como fotógrafo y su paso, por ejemplo, por "Hoja del Lunes de Gijón" y "El Comercio". Asidua su cámara en El Molinón una foto muestra una imagen del minuto de silencio que en su honor guardaron técnicos y jugadores del Sporting. Otra muerte en enero, la de Diego Inchausti a los 67 años, empresario y que fuera batería de un grupo pop gijonés en la década de 1960, Los Sony´s. En Los Sony´s estaban también, junto a Diego, Miguel Escalada, Martín Cristóbal, Goyo Franco y Bernardo Poli. A final de año otro batería del "pop playu" nos dejaba, Alfredo Rodríguez. Conocido como El Bufi, Alfredo había tocado la batería con "Los Yutang "y luego con otros grupos como "Blue Star "y "Salitre".

Murió en febrero el gijonés, nacido en 1927, Demetrio González, muy popular en México como "El Charro Español", cantante y actor en películas como "Los hijos del Rancho Grande" y "El amor llegó a Jalisco". Al país azteca había llegado de niño, con sus padres, exilados tras la Guerra Civil. Y a comienzos de febrero también nos dejaba la galerista, fundadora de la sala Van Dyck, Angelines Pérez, que era recordada como una luchadora que había abierto el "galerismo asturiano" a otras mujeres. Una foto nos la mostraba un mes antes en la inauguración de la sala de su hija Aurora Vigil-Escalera.

Un artículo de Javier Morán recordaba emocionadamente al arquitecto José Díez Canteli que acababa de morir y que tan fundamental había sido en la construcción de la Universidad Laboral. Se publicaba una foto suya en esos momentos junto con Luis Moya, y relataba Morán parte de su vida -uno de sus hijos es el también arquitecto Vicente Díez Faixat- y de su obra.

"Fallece a los sesenta años el arquitecto José María Cabezudo", titulaba LA NUEVA ESPAÑA el domingo 22 de febrero. El periódico se llenó, ese día y los siguientes, de artículos recordando su labor profesional, y también su labor como puntal y colaborador de la Compañía de Jesús. "La iglesia de San Pedro se llenó de amor" (Cuca Alonso), "En casa del Arquitecto de estancias confortables" (Javier Gómez Cuesta), "El gigante Cabezudo" (Francisco García), "Chema del alma, corazón de león" (Javier Hernández), son solamente cuatro ejemplo de las muestras de cariño en el periódico hacia quien fue ejemplo de generosidad, ética y honradez. Un cura moría a mitad de marzo, José Manuel Fueyo, a los 83 años, párroco del Espíritu Santo en la calle de Magnus Blikstad, "formador en el Seminario, vicario del apostolado seglar, profesor y consiliario de la HOAC, y hermano de Fernando Fueyo, párroco de San Nicolás y capellán del Sporting". Alberto Torga, Cuca Alonso, Javier Gómez Cuesta y Daniel Serrano despidieron con sus artículos a un referente de la comunidad cristiana gijonesa.

En abril nos dejaba Suni Gómez Alonso, histórica militante del partido comunista, y activista social por ejemplo en el sector de la enseñanza a través de Comisiones Obreras. Y en junio, a los 98 años, el gijonés Florentino Soria, un histórico del cine español: guionista, historiador, crítico, actor, director de la Filmoteca Española durante catorce años? e impulsor en sus inicios del festival de cine Gijón.

Alejandro Cuesta, poeta y narrador gijonés, moría en julio a los setenta años dejando varias obras inéditas pero también novelas sí publicadas, como "La memoria indeleble". Había colaborado Cuesta con los grupos de poetas de Gesto y se recordaba en su necrológica desde primer recital en Les Madreñes, en 1968, hasta su última aparición en el año 2004 como protagonista de los Encuentros Poéticos en el Antiguo Instituto.

En agosto moría a los 79 años Mariano López Santiago, que había sido secretario general letrado del Ayuntamiento de Gijón entre 1990 y 2006, y que había sido galardonado en ese año 2006 con la Medalla de Plata de la Villa de Gijón. El exalcalde Vicente Álvarez Areces, la exalcadesa Paz Fernández Felgueroso y la actual alcaldesa, Carmen Moriyón, asistieron al funeral en San Pedro, "por un caballero de los pies a la cabeza, un hombre que sabía escuchar". Mariano López Santiago, recordamos, había sido durante años, crítico teatral en LA NUEVA ESPAÑA.

A principios de septiembre fallecía a los 80 años Rogelio Rodríguez Milo, conocido como Madriles, histórico portero del Sporting entre 1958 y 1962, y ya en noviembre, a los 91 años, Ladislao de Arriba. Ladis era "El jubilado que murió escribiendo" para Francisco García y "El genio de la coña innata" para Alfonso Peláez, y ello junto a una caricatura de Mórtiner (Ladis tal cual, con sombrero, apoyado en una farola del Muro) que daba forma a una doble página necrológica que completaba el último artículo que Ladis había publicado, dos meses antes, en su sección "Dando caña con coña". En noviembre moría a los 86 años el actor gijonés Germán Robles, "el vampiro asturiano, mito mexicano, el mejor Drácula del cine latino". Germán Robles era nieto del escritor Pachín de Melás e hijo del pintor Germán Horacio Robles. Nacido en Gijón en 1929, de joven emigró a México y allí Germán Robles rodó "películas de miedo" con títulos como "El ataúd del vampiro" y "El castillo de los monstruos".

Hace unos días, ya comenzado diciembre, una multitud despedía en el tanatorio a Marcelo García, "último referente histórico del PSOE gijonés", que había fallecido a los 84 años. Antifranquista, sufrió por ello represión, fueron muchos los artículos que lo recordaron como un hombre generoso y como un emblema del socialismo local. Concejal durante ocho años, su vida de compromiso había sido reconocida con la Medalla de Plata de Gijón y con la del Principado. Sabido es, para Marcelo y para los demás, que en realidad nadie muere mientras haya alguien que lo recuerde.

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