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Un truculento suceso que llega a los Juzgados

Piden 22 años de cárcel para el acusado de matar a un vecino de Nuevo Roces

Una deuda de 7.000 euros por una partida de heroína que el procesado debía haber vendido y que consumió está en el origen del apuñalamiento

Puerta de entrada del domicilio en el que tuvo lugar el asesinato. ÁNGEL GONZÁLEZ

La Fiscalía pide una condena de 22 años de cárcel para M. A. D. L., gijonés de 38 años acusado de matar a puñaladas en septiembre del 2014 a un vecino de la zona de Nuevo Roces. Una deuda de droga entre ambos -el ahora procesado debía más de 7.000 euros por un pedido de heroína que la víctima le había entregado días antes y que nunca llegó a cobrar- estaría en el origen del suceso. El representante del ministerio público acusa al detenido de ser el autor material de un asesinato con alevosía y pide que se condene además a dos años de privación de libertad a un vecino de Candás de 50 años de edad -cuya identidad responde a las iniciales J. L. C.- que supuestamente le ayudó a deshacerse de las pruebas que le vinculaban con el asesinato.

El macabro crimen tuvo lugar en una vivienda social situada en la calle Alicia Concepción Álvarez del área de Nuevo Roces. Allí encontró la Policía el cuerpo sin vida de la víctima, Andrés Valdés Bermejo, un gijonés al que habían asestado varias puñaladas en el pecho y que, además, presentaba un fuerte golpe en la cabeza. Horas después de iniciarse la investigación los agentes arrestaron a M. A. D. L., un vecino de La Calzada al que se consideraba el "principal sospechoso". Las pesquisas recabadas posteriormente permitieron averiguar que el arrestado le debía a la víctima -un hombre natural de Trubia de 49 años-, más de 7.000 euros por un importante alijo de heroína que iba a vender entre los pequeños consumidores, pero que nunca puso a la venta porque las usó para consumo propio. La Policía encontró varias bolsas con droga en el coche del principal acusado.

Un candasín se deshizo de pruebas

El segundo arresto relacionado con el crimen llegó días después. Los investigadores detuvieron entonces a un vecino de Candás de 50 años al que acusaban de ayudar al autor del asesinato a deshacerse de algunas pruebas determinantes para la resolución del caso, tales como el arma homicida o la ropa que el asesino llevaba puesta en el momento del apuñalamiento.

Pero el juicio por la muerte de Andrés Valdés Bermejo no será el único al que se enfrenten estos dos procesados. Tanto el gijonés como el candasín se sentarán la próxima semana en el banquillo de los acusados de la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, como presuntos responsables de un delito contra la salud pública. La Policía descubrió droga tanto en el coche del asesino como en la vivienda del cómplice. En este primer procedimiento judicial el gijonés se enfrentará a cuatro años de privación de libertad y al pago de una multa de 15.000 euros, mientras que el candasín hará frente a otros cuatro años de privación de libertad y a una sanción económica que el fiscal pide que se eleve hasta los 10.400 euros.

El representante del ministerio público asegura que Andrés Valdés Bermejo le había dado el 21 de septiembre al asesino 195 gramos de heroína "con el encargo de que la entregara a terceras personas como venía haciendo con anterioridad, en pago de la deuda que tenía con él por el suministro de estupefacientes". El fiscal asegura que en lugar de poner la droga en el mercado el asesino consumió parte del alijo con su cómplice. En el registro realizado por la Policía en el vehículo del principal imputado se encontraron dos bolsas de droga mientras que en la vivienda de Candás en la que residía el cómplice los agentes localizaron otras cuatro papelinas de heroína.

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