"La elasticidad de este hospital vienen dada sobre todo por la cirugía que se le deriva de la lista de espera de la sanidad pública. Tenemos asignadas unas 6.000 operaciones y podemos llegar a hacer más de 8.000, como en 2014", explica Pedro Herce. En el caso del 2015, el cierre fue de 7.022 operaciones fruto de que desde el Sespa se les desviaron un 20% de pacientes menos que hace un año. De esa pérdida quirúrgica de algo más de mil procesos, la mitad son pacientes que no se enviaron de otras áreas y la otra mitad de reducción de casos de Traumatología y Cirugía Plástica, fundamentalmente. Se creció, con respecto al pasado año, en operaciones de Dermatología, Oftalmología y Maxilofacial. A falta de que se conozcan las cifras de cierre de la lista de espera, es muy posible que esa reducción de operaciones en el hospital de la calle Uría tenga su traducción en un balance final de empeoramiento de las demoras en Gijón.