Los desahucios se estancan. Al menos los que se producen como consecuencia de una falta de pago en las cuotas de los préstamos bancarios para la adquisición de un inmueble. Los Juzgados de la ciudad registraron el año pasado 192 ejecuciones hipotecarias. Las mismas que durante todo 2014. La estadística de las salas de justicia -que hace dos años registraron la primera bajada de desahucios desde 2011-, no varía en lo que se refiere a compra de bienes inmuebles pero sí en lo que tiene que ver con las viviendas alquiladas. En ese punto el drama de las familias que se quedan en la calle sigue vigente. Los Juzgados registraron el año pasado 461 demandas de resolución de contrato de alquiler de inmuebles en Gijón y Carreño. La mayor parte -403-, tuvieron que ver con la falta de pago de renta o de otros conceptos asociados al alquiler como puede ser el recibo de la comunidad.
A estos más de 400 desahucios por impagos de renta o de recibos hay que sumar otros 58 que, según la estadística oficial del Decanato de los Juzgados de Gijón, se llevaron a cabo por otros motivos como la extinción del plazo pactado o legal de la duración del contrato o la declaración de ruina del inmueble objeto de arrendamiento. El número de gijoneses expulsados de viviendas alquiladas asciende un 1 por ciento con respecto a 2014 pero se reduce si se compara con ejercicios anterioers. En el año 2012, en plena crisis económica del ladrillo, fueron expulsados de sus inmuebles 431 personas que habían dejado de pagar el alquiler.
Respecto a los impagos en las hipotecas pactadas con entidades bancarias en el año 2011 se registraron 168 demandas de este tipo. El número aumentó un año después hasta las 212 demandas. La sangría continuó en 2013 con 244 procedimientos de alzamiento hipotecario. En 2014 se registró la primera reducción hasta los ya mencionados 192 procedimientos judiciales. Una cifra que se mantuvo en el 2015 y que se espera que se pueda reducir este año. Y es que desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca no son optimistas. Estos activistas afirman que la falta de alzamientos hipotecarios no significa que la situación económica haya mejorado. El estancamiento de la estadística lo atribuyen, más bien, a que se ha reducido el número de personas que tienen una hipoteca. Muchos, aseguran, se ven obligados a optar por el alquiler o por volver a casa de familiares. Un argumento con el que también justifican el incremento en la falta de pago de los alquileres.
