El juez de lo contencioso acaba de condenar al Ayuntamiento a pagarle 3.600 euros a un vendedor ambulante al que la Policía dejó sin coche por error. Los agentes retiraron el vehículo en julio de 2012 por estar mal aparcado. El denunciante no supo más de su monovolumen hasta un año y dos meses después. Un error en la matrícula con la que se inscribió el coche en el depósito hizo que cada vez que el ciudadano preguntaba por su vehículo los agentes le insistieran en que el monovolumen no se encontraba allí. El demandante llegó a pedir una entrevista con el exasesor de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento, Sergio Fernández. Fue entonces -una vez que el monovolumen ya había sido destruido-, cuando la Policía se percató del error.

El juez admite que los agentes tomaron mal la matrícula del vehículo. En lugar de indicar en el registro de entrada del depósito el número 2961, los funcionarios anotaron el 2691. Una sola cifra hizo que el recurrente no pudiera resolver su situación hasta un año después. El gijonés afirmaba en su demanda que la pérdida del vehículo le había supuesto tener que dejar de trabajar durante varios días en el Rastro, en donde tiene un puesto alquilado.

El juez asegura que además del error de la Policía el ciudadano tampoco actuó como debía. "Si hubiera reseñado el acta de inmovilización o la documentación que tenía del vehículo se hubiera localizado de inmediato", afirma el magistrado haciendo hincapié en que después de la reunión con Sergio Fernández el demandante mostró toda la documentación y apareció el monovolumen. Pero el juez considera que tampoco se hizo correctamente la comunicación de la destrucción del coche. "No se acreditan los intentos de notificación por lo que se ha omitido el trámite de audiencia perceptivo con anterioridad al desguace del vehículo", relata.