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Gijón se enfrenta a un nuevo orden

La actual Corporación impulsa una reforma normativa con la revisión de varias ordenanzas, cambios en reglamentos municipales y el diseño de planes sectoriales

La sede oficial del Ayuntamiento de Gijón reflejada en el retrovisor de un vehículo. ÁNGEL GONZÁLEZ

El cambio de mandato municipal, y sobre todo el cambio en la correlación de fuerzas políticas con presencia en el salón de plenos, va camino de generar todo un nuevo orden para Gijón. Y es que -ya sea a veces por iniciativa del gobierno y muchas más por iniciativa de la oposición- está en marcha en estos momentos la reforma de varias ordenanzas municipales y el inicio de la tramitación de otras de nuevo cuño. Normativas que acabarán afectando al día a día de la vida municipal pero, sobre todo, al día a día de la vida de los gijoneses. Además, de las votaciones plenarias también han salido órdenes para cambiar reglamentos e instrucciones de trabajo interno en el Ayuntamiento, sus organismos autónomos y sus empresas y para poner en marcha planes sectoriales de actuación en diferentes ámbitos.

La polémica sobre el problema de la contaminación en la ciudad -visualizado en nubes negras de carbón sobre los arenales gijoneses- llevó a la propia alcaldesa y responsable del área municipal de Medio Ambiente, Carmen Moriyón, a presentar hace semanas el texto de una nueva ordenanza de protección del Medio Ambiente Atmosférico. Esta ordenanza está en proceso de debate dentro y fuera del Ayuntamiento, ya que es accesible a los ciudadanos a través de la web participa.gijon. Aunque el texto no está cerrado hay quien ya tiene más que decidido presentar una enmienda a la totalidad. Xixón Sí Puede está a punto de rematar una ordenanza alternativa. Su queja es que la propuesta de Moriyón no explota toda la competencia municipal de poner coto al problema y se pone de perfil ante el foco contaminante que supone la industria.

Pero hay otras ordenanzas en fase de remodelación cuya polémica también está garantizada. Caso de la ordenanza de protección de la convivencia, más conocida como "del botellón", que se decidió revisar por unanimidad del Pleno ante una iniciativa del PSOE. El primer borrador de Foro no ha gustado mucho a la oposición y menos a los colectivos vecinales y juveniles que se han sentido excluidos del proceso de tramitación. En principio, el borrador del gobierno se limita a eliminar los artículos de la normativa vinculados a la degradación visual del entorno y las necesidades fisiológicas que pasarían a una -nueva también- ordenanza de gestión de residuos y limpieza viaria. No hay ningún otro cambio sustancial sobre el documento aprobado hace dos años y medio entre broncas. La idea actual es articular vías de participación ciudadana para incorporar sus sugerencias.

Participación vía web municipal también se ha fijado para la ordenanza de transparencia, acceso y reutilización de la información ahora en fase de anteproyecto. Uno de los elementos que pone negro sobre blanco esta ordenanza es la publicación de todos los datos de identidad, sueldos y condiciones de trabajo de los concejales y altos cargos de la estructura municipal. Algo que ya se puede ver desde esta semana en la web municipal gracias a la iniciativa de registro público de altos cargos que Ciudadanos sacó adelante en el Pleno.

Y por si les faltaba trabajo al personal municipal en el diseño de este nuevo orden municipal también están sobre la mesa una ordenanza sobre accesibilidad y otra para la catalogación y regulación de todas las ayudas de carácter social que se dan desde el Ayuntamiento. Eso por ahora. Xixón Sí Puede ya sugería hace unos días crear una ordenanza reguladora del uso de los espacios públicos para actividades de carácter cultural y de ocio.

Al margen de las ordenanzas hay otros cambios en marcha que tienen que ver con el trabajo interno en el Ayuntamiento. Por ejemplo, la reforma del reglamento de funcionamiento para adecuarla a una realidad con muchos más grupos políticos -Foro. PSOE, Xixón Sí Puede, PP, IU y Ciudadanos- que nunca en la Corporación. O el cambio del sistema de contratación pública incorporando cláusulas sociales y medioambientales que favorecen conseguir contratos del Ayuntamiento a firmas con mayor compromiso con la sociedad, o por lo menos con los colectivos sociales más vulnerables.

Además, y también por mandato del Pleno a petición de la oposición, se tienen que elaborar en los próximos meses varios planes de actuación. Un plan de movilidad sostenible, un plan de inversiones en infraestructuras educativas, un plan de lucha contra la exclusión residencial, un plan de infancia y adolescencia... Y suma y sigue.

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