Las estadísticas nacionales sobre transacciones inmobiliarias destacan desde hace meses un incremento en la compraventa de viviendas en Gijón. Eso sí, el grueso de esas operaciones está en las viviendas de segunda mano. La vivienda nueva está de capa caída en la ciudad en su venta pero también en su construcción. Esta segunda realidad se constata en el informe sobre la actividad a lo largo del pasado 2015 de la concejalía de Actividad Económica y Desarrollo Urbanístico, que encabeza el concejal forista Fernando Couto.
Sobre un total de 678 expedientes creados en la concejalía para procedimientos de licencia mayor sólo hay siete que tengan que ver con la construcción de viviendas plurifamiliares (edificios) y 76 para viviendas unifamiliares. La cifra baja todavía más si se mira exclusivamente el apartado de licencias concedidas. De esos siete expedientes para edificios sólo tres consiguieron licencia antes de cerrar el año. Dos peticiones fueron denegadas, una quedó pendiente de informe y otra a la espera de completar la documentación.
Esas tres edificaciones con licencia suman 253 viviendas, la gran mayoría en el ámbito de Nuevo Roces. Allí es donde parece concentrarse lo poco que hay de construcción viva en la ciudad. Un reciente informe de Sogepsa sobre el stock de vivienda en el Principado -realizado entre los meses de enero y mayo del año pasado y presentado en público a principios de noviembre- establecía que en Gijón estaban 644 de los 1.953 pisos sin vender de toda Asturias. Y el 67% de esos 644 pisos estaban en Nuevo Roces.
Esos 253 pisos están muy por encima de los 21 de 2014 y los 15 de 2013 -años nefastos- pero no alcanzan las 305 de 2012 y 536 de 2011. Y menos los más de mil al año de los buenos tiempos.
