"La etapa de los años setenta y setenta podemos compararla casi con la actual, la de la última década con el empresario Carlos Zúñiga. La actual fue igual de gloriosa, aunque le faltó el glamour de aquellos años y la expectación que despertaban todos los toreros cuando venían". Dionisio Montero, presidente de la Peña Taurina Astur y expresidente de la Federación Taurina Asturiana, repasó la historia de El Bibio en la década de los años sesenta y setenta en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón en su charla "Los años dorados de El Bibio. De Paco Camino, Diego Puerta y El Viti, al fenómeno de El Cordobés".
En su intervención, apoyándose en fotografías, datos y anécdotas, Montero explicó como se pasó de apenas tres festejos en 1960 a siete en 1969. "En 1967 fue cuando la gente empezó a llenar de verdad la plaza y a partir de 1972 empezó a decaer hasta que en 1980 tuvo que asumir su gestión el Ayuntamiento de Gijón", comentó. Y añadió que en aquella época en El Bibio "se cortaban orejas y rabos a granel. El público no se emocionaba con el torero fino o de estética pura, sino con el torero bullicioso, alegre y que expusiera mucho".
Dionisio Montero comenzó su intervención con una imagen del 14 de agosto de 1942 en la que aparecían Pepe Luis Vázquez, Luis Gómez "El estudiante" y Carlos Jiménez en El Bibio. Después habló sobre algunos de los buques insignias que pasaron en los sesenta y setenta por el coso gijonés, como Paco Camino. "Toreó 16 tardes, cortó 17 orejas y un rabo", señaló. También mencionó a Diego Puerta, "el mimado de la afición asturiana, porque a pesar de no ser un torero de mucha clase, era muy pinturero y al público de Gijón lo encandilaba. En 12 corridas se entretuvo a cortar 22 orejas y 13 rabos. Está entre los tres mejores".
Otras figuras del toreo más conocidas, como El Viti, fueron recordadas por Montero. Junto a otras más mediáticas como Manuel Benítez "El Cordobés" o Paqurri. Del primero apuntó que "en las crónicas se decía que cuando toreaba bien el público no le hacía ni caso y que entonces tenía que hacer el salto de la rana y mostrar todo su repertorio para que le aplaudieron". Y del segundo recordó que "era un torero belicoso, que ponía banderillas, y que era muy del público que iba a divertirse a El Bibio".
