La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La fortuna de Zara llega hasta Wisconsin

María Aguiar, alumna de 15 años del colegio Virgen Mediadora, logra una beca de la Fundación Amancio Ortega para estudiar un curso en EE UU

María Aguiar. MARCOS LEÓN

La fortuna de Amancio Ortega, al que la revista "Forbes" acaba de aupar al segundo puesto del ranking de millonarios mundiales, va a llegar hasta Wisconsin de la mano de María Aguiar González. A esta gijonesa de 15 años del colegio Virgen Mediadora no se le quita la sonrisa de la cara desde que supo que era la beneficiaria de una de las 500 becas de estudios para alumnos de 1.º de Bachillerato que la Fundación creada por el magnate del sector textil financiará este año y que le llevará a pasar diez meses en EE UU La misma beca que también disfrutará otro gijonés, el alumno del IES Mata Jove de La Calzada Luis Miguel Alonso Ferreriro, aunque él aún no tiene la certeza de cuál será su destino en el amplio mapa norteamericano.

María Aguiar se siente enormemente afortunada pero en su caso, como en el resto de alumnos becados, se presume que de suerte hay poco. Lo que se esconde tras la selección en un programa educativo tan goloso -el valor estimado de la beca es de unos 15.000 euros, ya que incluye todos los costes asociados a la matrícula escolar y el viaje, así como 100 dólares al mes para las necesidades particulares de cada alumno- es un gran expediente escolar, un buen nivel de idiomas y un buen juicio y una sensatez que quedaron patentes para los responsables de las entrevistas a los estudiantes. La contrapartida a tanta satisfacción como demuestra María Aguiar hay que encontrarla en el disgusto, o más bien el vértigo, que sienten sus padres cuando piensan que van a perder de vista durante casi un año a su hija única, menor de edad.

"Mis padres me animaron muchísimo a intentar conseguir la beca porque saben que siempre me llamó mucho la atención hacer un curso fuera de España, pero cuando supieron que estaba seleccionada mi madre no dejaba de llorar", cuenta María. Y es lógico: "Tener a una hija tan joven tan lejos durante tanto tiempo da mucho respeto; están muy orgullosos, pero van a ser muchos meses en los que nos veremos por Skype. Me voy con 15 años y volveré casi con 17", reconoce la afortunada. Una gijonesa que además es una deportista centrada en el baloncesto, con grandes aspiraciones a ver mundo pero que aún no ha tenido tiempo material para acumular experiencias importantes en ese sentido.

De hecho, a María fueron sus propias inquietudes las que le pusieron en el camino de la beca de la Fundación Amancio Ortega, ya que nadie antes le había hablado de ella. "Llevo tiempo pensando que quería estudiar un curso en el extranjero; en 1.º de la ESO fui una semana a Inglaterra y me llamó mucho la atención, y además tengo primos viviendo en Reino Unido y cuando me cuentan cosas de sus colegios me interesa mucho. Pero por temas económicos nunca antes lo había planteado en serio. Así que un día se lo comenté a mi padre y nos pusimos juntos a mirar por internet qué posibilidades había. Cuando vimos lo de la beca de la Fundación decidimos que podía intentarlo", rememora María. No se le olvida el momento en que supo que había pasado el corte de la nota, del examen de inglés y la entrevista personal con los seleccionadores: "Me quedé como en shock. Sólo me repetía: ¡pasé!, ¡pasé! No me lo podía creer".

Además de la alegría, María Aguiar transmite también un gran sentido de la responsabilidad. "No pienso ir a Estados Unidos a gastar un dinero a lo tonto. Ni pienso perder el tiempo. Sé que una persona se va a gastar mucho dinero en mí y no lo hace para que yo me pase esos meses rascándome la barriga. Lo justo es que me esfuerce", razona. A María no le importan "los beneficios fiscales, o lo que sea", que el millonario español logra con su programa de becas. Para ella lo fundamental es que "hace una cosa muy grande: pagarle los estudios en un programa extranjero a 500 alumnos que por su situación económica igual no podrían permitírselo. Seguro que hay muchos otros empresarios con dinero que no lo invierten así".

Si en los próximos años no cambia de rumbo, por ahora a María Aguiar le interesa mucho el Magisterio por la vertiente de los idiomas, y las lenguas modernas vinculadas a los estudios de relaciones internacionales. "Tengo claro que quiero algo relacionado con el inglés", zanja la estudiante. De todo lo que se le avecina -la vida con una familia americana, compartir experiencias con otros alumnos extranjeros, conocer otras culturas?- la estudiante gijonesa piensa dejar constancia en un blog que ya tiene nombre: "Mi aventura en USA 2016". Y promete ser apasionante.

Compartir el artículo

stats