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Crónicas gijonesas

El Musel de la era atómica

Las visitas al puerto exterior gijonés del buque estadounidense "NS Savannah", el primer carguero de propulsión nuclear que surcó los mares

El "NS Savannah", en el centro de la imagen, atracado de estribor en la alineación sur del primer espigón del puerto exterior de El Musel; al fondo se distinguen tres cargueros atracados de popa en el dique Norte. COLECCIÓN DE LA AUTORIDAD PORTUARIA DE GIJÓN. FOTO ATRIBUIDA A JOSÉ ANTONIO FERNÁNDEZ GARCÍA

Mediada la década de los años cincuenta del siglo pasado, en plena carrera armamentística de la Guerra Fría, entró en servicio (en 1954) el "Barco de los Estados Unidos (USS) Nautilus", el primer submarino de propulsión nuclear. Cinco años después, en 1959, comenzó a operar el rompehielos de la Unión Soviética "Lenin", el primer buque de superficie de propulsión nuclear. Y tres años más tarde, en 1962, hizo su viaje inaugural el "NS Savannah", el primer carguero mixto, de bandera estadounidense, que tenía como suministro para su propulsión la energía nuclear.

De líneas estilizadas, con el casco elegantemente pintado de blanco, los gijoneses de la época pudieron ver desde muy cerca al "NS Savannah" las dos veces que atracó en el puerto exterior de El Musel: en diciembre de 1967 y en julio de 1968.

El "NS Savannah", que, en realidad, era un barco experimental, tenía cinco misiones: demostrar al mundo que el empleo de la energía nuclear era un instrumento de paz en beneficio de la humanidad, llevar el poder del átomo al comercio pacífico, informar al público que los buques de propulsión nuclear eran del todo fiables y seguros, la aceptación de los buques nucleares en los puertos del mundo y, sobre todo, para dar a la Administración Marítima y a la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos la oportunidad de evaluar la contribución de la energía atómica a la marina mercante estadounidense, para prestar servicio de transporte marítimo en las rutas esenciales y mantener el flujo del comercio exterior de los Estados Unidos.

Se construyó en Camden (New Jersey), en el astillero de la New York Shipbuilding Corporation (con una eslora de 181,67 metros), donde fue botado el 21 de julio de 1959 y su madrina fue la esposa del entonces presidente de los Estados Unidos, Dwight David "Ike" Eisenhower.

Desde Bilbao

Era El Musel, en pleno desarrollismo sesentero, un puerto de muchísimo menos porte que actualmente. La dársena estaba abrigada por el dique Norte y consistía, básicamente, en las tres alineaciones de los muelles de Ribera y los espigones interiores primero y segundo.

En su edición del sábado, 16 de diciembre de 1967, el diario local "Voluntad" dedicó gran parte de su séptima página (y un pase en la novena) a la noticia de la llegada a El Musel del "Barco Nuclear (NS) Savannah". A las siete columnas de la plana tituló Liomi (con fotos de Guerrero): "'Savannah', primer barco atómico del mundo, capaz de navegar tres años y medio sin tocar puerto". En efecto, el buque, gracias al reactor nuclear que llevaba a bordo, podía dar catorce veces la vuelta al mundo, a 20 nudos, sin necesidad de combustible adicional.

Seguimos con la información firmada por Liomi (Emilio Sánchez) en 1967, para conocer que "el buque es de carga, preferentemente, pero también está habilitado para el transporte de pasajeros". Y preguntaba el periodista de "Voluntad", en la visita al buque a la que había sido invitada la prensa local, si existía algún riesgo para el pasaje. "En absoluto -contestó el capitán, mister Block. El 'Savannah' es un buque como otro cualquiera. No hay 'chequeos', no hay impedimentos, no hay riesgos. Ningún peligro se corre en él. El reactor atómico no plantea ningún problema que pueda afectar al estado físico de las personas que viajen en el buque".

El "NS Savannah" llegó a El Musel procedente de Bilbao, pero una densa niebla había retrasado su travesía, que podría haber durado seis horas, leemos en "Voluntad". "El práctico del puerto, don Jaime Fullaondo Zalvide, fue el encargado de meter el buque dentro del puerto (el 11 de enero de 1986 sería el mismo práctico que dirigió la maniobra de fondeo del buque "Castillo de Salas" en la última singladura del granelero español)".

Traía a El Musel el "NS Savannah" en sus bodegas, desde Nueva York, "diversos tipos de maquinaria. Un total de doscientas diecinueve toneladas, de las cuales cien se destinan a la Empresa Nacional Siderúrgica (Ensidesa) de Avilés y otra importante partida viene destinada a la Eléctrica de Moncabril, además de otras pequeñas partidas de menos importancia".

Al día siguiente, tras celebrarse a bordo del barco nuclear una recepción, zarpó el "NS Savannah" hacia Cádiz y, desde el puerto gaditano, al de Rijeka, en la entonces Yugoslavia (hoy Croacia).

El 4 de julio de 1968 volvió a El Musel el "NS Savannah", pero, como publicó al día siguiente "Voluntad" en su sección de "Marítimas": "Dicho buque ha entrado en este puerto ayer, a las ocho de la mañana. Procedía de Baltimore, desde donde ha transportado un cargamento de 307 toneladas de maquinaria diversa, con destino a la Empresa Nacional Siderúrgica, de Avilés, y a Moncabril (...) La visita de este buque atómico no ha despertado en esta ocasión la expectación y curiosidad que promovió en el pasado mes de diciembre, con motivo de su primera visita a nuestro puerto. Ayer ha sido muy escaso el público curioso que se acercó hasta el muelle donde estaba atracado...".

El barco nuclear estadounidense terminó su carrera activa en 1970 y, en la actualidad, se encuentra atracado en un muelle del puerto de Baltimore (Maryland). En Gijón, además del recuerdo de sus dos estancias en El Musel, desde 1967 un antiguo merendero reconvertido en restaurante, situado en El Natahoyo, lleva su nombre.

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