Colectivos vecinales, de artistas y empresas creativas tendrán voz en el diseño de los usos concretos del edificio de la antigua Tabacalera, en Cimadevilla, destinado a convertirse en un equipamiento cultural. Así lo anunció ayer la Alcaldesa, Carmen Moriyón, que además señaló que las obras de consolidación del deteriorado edificio -previas al plan de usos- comenzarán este mes. Estas obras tienen un plazo previsto de quince meses y mientras se ejecutan se desarrollará el proceso de participación ciudadana, cuya duración será de cuatro meses una vez que se licite su asistencia técnica. Esta licitación llevará dos meses, según estimó ayer Moriyón.

El inicio de las obras de consolidación para dejar el edificio listo para su utilización estaban previstas en un principio para el pasado 15 de enero, pero no se pudo firmar el acta de replanteo para su ejecución, que correrá a cargo de la unión temporal de empresas formada por Procoin y San José. "No resultó viable porque informes de Patrimonio, del Principado pedían unos trabajos previos de arqueología y protección del inmueble de la antigua vicaría. Eso está finalizado, las dos administraciones nos hemos puesto de acuerdo y en este momento la UTE se encuentra validando esos trabajos previos de arqueología. La semana que viene, entiendo que podremos firmar el acta de replanteo. Aunque soy algo más optimista que los técnicos, que dicen que se hará antes del 15 de mayo", explicó Moriyón.

Una vez despejadas las dudas con el Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias, el gobierno local ya piensa de lleno en "el plan de usos, algo que no se sacó adelante antes porque teníamos esa incertidumbre". Las obras de consolidación del edificio, con un presupuesto total de 4,8 millones, durarán quince meses. "Y durante esos 15 meses proponemos un calendario paralelo para desarrollar el plan de usos que contará con dos fases", recalcó Moriyón.

En primer lugar, habrá "una fase de participación ciudadana, cuya asistencia técnica saldrá a contratación por 20.000 euros". Ésta, según explicó la Alcaldesa, "duraría cuatro meses y técnicamente se desarrollarán mesas de debate con asociaciones de vecinos, culturales, empresas creativas.... Y habrá formas de participación online y una participación donde la ciudadanía pueda acceder a los planos de tabacalera en un espacio 3D".

La segunda fase ya consistiría en "definir al detalle cómo van a ir distribuidos los espacios de Tabacalera". Moriyón insistió en que la participación se desarrollará teniendo en cuenta "siempre que será un equipamiento cultural, algo decidido después de haber evaluado las necesidades de la ciudad, que son museísticas y para empresas creativas".

La antigua fábrica de tabacos estuvo activa de 1843 a 2002, y se construyó sobre un antiguo convento de las Agustinas Recoletas, que empezó a funcionar en 1668. El edificio está declarado Bien de Interés Cultural.

La propuesta de utilización del Ayuntamiento incluye un uso museístico, un espacio para industrias creativas y culturales, una galería itinerante internacional y un centro de innovación social de Gijón. La consulta pretende que los colectivos ciudadanos y culturales revisen esos planteamientos iniciales.