Lara Hernández era la responsable de convergencia de Izquierda Unida a nivel nacional hasta que abandonó la coalición el 19 de diciembre del año pasado. Tomó la decisión al considerar que para las elecciones del 20-D se había desaprovechado la posibilidad de llegar a confluir con Podemos y otras fuerzas de la izquierda. Ahora milita en Podemos y pertenece a la mesa de coordinación de Ahora Madrid. Ayer estuvo en Gijón para participar en una charla-debate en el Café de Macondo.
-¿Qué cambió en Podemos y en Izquierda Unida para que ahora pudieran llegar a la confluencia electoral?
-En política los tiempos son absolutamente todo, y creo que el tiempo del 20-D y del 26-J son totalmente distintos y ha sido un factor determinante para que se haya podido construir el acuerdo. En primer lugar, tanto Izquierda Unida como Podemos ya se han medido en las urnas. El segundo elemento determinante han sido estos últimos meses que hemos tenido de negociación, donde se evidenció que en este país hay una mayoría muy amplia que está pidiendo un gobierno progresista del cambio con el PSOE apoyando. Esa es la demanda que hay encima de la mesa y que les ha permitido entender a las respectivas organizaciones lo que no entendieron en las elecciones del pasado diciembre.
-¿La mayor resistencia estaba en Izquierda Unida por personalismos, por el peso específico del Partido Comunista...?
-El Partido Comunista tenía y sigue teniendo un peso de capital importancia dentro de Izquierda Unida, pero hay una Izquierda Unida, en general, que quiere una ruptura generacional que no se abordó, no se supo asimilar el nuevo lenguaje que se estaba poniendo en marcha, quiénes eran los nuevos protagonistas y las formas de hacer y entender la política.
-¿Tras las elecciones de diciembre en Izquierda Unida entendieron que a la izquierda del PSOE ya no estaban sólo ellos, que desde el movimiento del 15-M otros actores habían ocupado ese espacio y con más de cinco millones de votos?
-En cierto sentido es el diagnóstico que mucha gente de Izquierda Unida y el propio Alberto Garzón estaban haciendo ya desde el año 2001. Ya antes del 15-M se empieza a ver, y las encuestas están ahí, un vacío a la izquierda del PSOE, se empieza a percibir que una parte de la sociedad española quería una ruptura del bipartidismo, ese es el elemento clave. Es un hueco que, de alguna forma, quedó huérfano y hay determinados militantes y dirigentes de Izquierda Unida, y Alberto Garzón, insisto, fue el primero en diagnosticar que había ese vacío y que había que ocuparlo inventando nuevas fórmulas para llegar a la gente, que las consignas que veníamos utilizando no eran las correctas, pero no se supo canalizar desde la dirección federal para tener esa interlocución con la mayoría social. Hay nuevas formas de trabajo que generan también nuevas formas de relacionarse la gente con la política, y eso, en cierto sentido, las organizaciones clásicas no supieron ni entenderlo ni verlo, pero es que los aparatos por arriba suelen verse adelantados por las bases.
-¿El futuro de Izquierda Unida es disolverse dentro de Podemos, como auguran dirigentes como Gaspar Llamazares?
-Estamos en Asturias y hay que recordar que la militancia habló. Un sesenta y cinco por ciento de la militancia votó a favor de esta consulta tal y como se ha formulado por el equipo de Alberto Garzón. Ahora hay que ver lo que va a primar, si la legalidad o la legitimidad, la legalidad de una dirección elegida en el último congreso o la legitimidad de una militancia que es la que da el nombre a Izquierda Unida de Asturias.
-¿Insisto, acabará disolviéndose?
-No lo se, son futuribles.
-¿Podrá surgir otra coalición de partidos, como ocurrió con la formación de Izquierda Unida?
-En todo caso no dependerá exclusivamente de Izquierda Unida, hay otros muchos actores en juego, no sólo a nivel estatal, es decir, dependerá de un montón de actores políticos y sociales que tendrán que sentarse a hablar y ver si, efectivamente, hay posibilidad de construir una alternativa programática de izquierdas. Pero es que, además, la refundación de Izquierda Unida se aprobó en una asamblea de la organización y con un amplio debate colectivo.
-¿Por qué Podemos da tanto miedo a una parte de la sociedad española?
-A quienes damos miedo es a los de arriba...
-¿A qué achaca que todas las encuestas dan ganador al Partido Popular?
-Forma parte de una cierta cultura política de este país, tenemos una historia muy concreta y construir una alternativa va a requerir mucho trabajo conjunto y mucho diálogo. Hemos vivido muchos años un sistema de falsa alternancia y ahora que se pone en marcha otra forma de hacer política, que requiere sentarse juntos a dialogar, de alguna forma no se interiorizó por parte de una gran parte de la población.
-¿Cuántos diputados esperan ustedes en las elecciones del 26 de junio?
-Vamos a ganar...
-¿A quién, al PP o al PSOE?
-Al Partido Popular, ese será el "sorpaso", confío en ello.
-¿Con cuántos millones de votos?
-Eso es política ficción y yo soy del Atleti, y como dice el Cholo, partido a partido.
