Un jurado popular será el encargado de dictaminar el próximo mes de junio la culpabilidad o inocencia de M. A. D. L., el gijonés de 38 años que hace frente a una condena de 22 años de prisión acusado de matar a puñaladas en septiembre de 2014 a un vecino de Nuevo Roces. Está previsto que el juicio -en el que además se sentará en el banquillo al presunto cómplice del principal imputado, un candasín que hace frente a dos años de prisión- se celebre en cinco sesiones durante las que comparecerán policías, testigos y allegados tanto a la víctima como al procesado.

El macabro suceso que ahora llega a los tribunales y que será enjuiciado por nueve ciudadanos elegidos al azar gracias al censo tuvo lugar en una vivienda social situada en la calle Alicia Concepción Álvarez. Allí encontró la Policía el cuerpo sin vida de la víctima, Andrés Valdés Bermejo, un gijonés al que le habían asestado varias puñaladas en el pecho y que, además, presentaba un fuerte golpe en la cabeza. Horas después se detuvo a M. A. D. L., vecino de La Calzada y al que se consideraba ya entonces el "principal sospechoso". El arrestado le debía a la víctima -un hombre de Trubia de 49 años- más de 7.000 euros por un importante alijo de heroína que el detenido iba a vender entre los pequeños consumidores pero que nunca se puso a la venta porque el presunto homicida lo utilizó para consumo propio.

La Policía pilló, de hecho, al acusado con varias cantidades de droga por lo que el reo ya fue condenado en febrero de este año a una pena de cuatro años de prisión como autor de un delito contra la salud pública.