Es un desfase de poco más de un millón de euros sobre un presupuesto consolidado del Grupo Ayuntamiento -el del pasado ejercicio- que superó los 304 millones, pero ha hecho saltar todas las alarmas en la Casa Consistorial. Gijón incumplió en sus cuentas de 2015 la regla de gasto que impone a las administraciones la Ley orgánica 2/2012 de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera. Y, aunque sea por muy poco, ese incumplimiento le genera al Ayuntamiento la obligación de presentar un plan económico-financiero con ajustes para los ejercicios 2016 y 2017 y tener sus cuentas bajo la tutela del Principado de Asturias. Una complicación más para el gobierno de Carmen Moriyón que lleva enredado con las cuentas desde que empezó su actual mandato. La situación de prórroga presupuestaria y la debilidad del equipo de Foro en un Pleno donde otras mayorías imponen nuevas iniciativas generan que la madeja presupuestaria municipal no pare de liarse. Y ahora.. aún más.

El incumplimiento de la regla de gasto, la guinda del pastel. El informe de cumplimiento de la ley de estabilidad se hace a partir del cierre y liquidación del ejercicio. De aquí que la información sobre el incumplimiento de la regla de gasto se conociera esta semana con motivo de la presentación oficial de la cuenta general de 2015. La regla se calcula sobre los denominados gastos computables y en términos consolidados. Ello supone, en el caso de Gijón, tener en cuenta las cifras del Ayuntamiento pero también de sus tres organismos autónomos -fundaciones de Cultura y Servicios Sociales y Patronato Deportivo- y las empresas municipales que no se financian mayoritariamente con ingresos de mercado. Entran, pues, en ese estudio de la regla de gasto Emulsa, el Centro Municipal de Empresas, Divertia y la Empresa de Vivienda. Quedan fuera las empresas de Aguas (EMA) y Transportes Urbanos (Emtusa). El Ayuntamiento cumplió con su regla de gasto pero no el resto de sus entes y eso generó sobrepasarse en 1,2 millones en el cómputo global. La regla de gasto es el único incumplimiento de Gijón con la ley presupuestaria. No hubo problemas con el resto de parámetros de estabilidad: volumen de deuda, plazo de pago a proveedores, resultado positivo en el ejercicio y remanente líquido de tesorería positivo.

El agujero negro de Divertia. Aunque la argumentación del gobierno forista es que ese desfase del gasto se justifica por un aumento en las ayudas de carácter social y el pago al personal municipal de la extra de 2012 lo cierto es que fue la empresa de festejos, Divertia, quien más se pasó del tope: 1,7 millones. No hay que olvidar que 2015 fue el año de las pérdidas en los grandes conciertos de Elton John y Lenny Kravitz y de un desfase en el presupuesto del Festival Internacional de Cine. Con Divertia llueve sobre mojado. Esta misma semana la empresa formalizaba dos peticiones para que el Ayuntamiento le ingrese más dinero. Su planteamiento sumaba 2,3 millones: 1,8 millones para pagos atrasados a proveedores y otro medio millón para compromisos de este año sin soporte presupuestario. El consejo dio el visto bueno a la primera petición y no a la segunda. Ahora queda saber qué dice el Ayuntamiento como socio capitalista. Divertia, técnicamente, está en causa de disolución.

Un gasto fijado por el Estado y vigilado por el Principado. Aunque quien tiene que cumplir la regla de gasto es el ayuntamiento, quien la decide es el Ministerio de Economía y Competitividad a partir de la tasa de referencia de crecimiento del Producto Interior Bruto a medio plazo de la economía española. Se aprueba en Consejo de Ministros junto al objetivo de estabilidad presupuestaria y el objetivo de deuda pública. Según se recuerda en un informe del Consejo General de Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administración Local (Cosital) de Asturias ese índice fue de 1,3% en 2015, es de 1,5% este año y de 1,7% en 2017. Su incumplimiento obliga a presentar un plan económico-financiero por dos años ante la administración tutelante, que en el caso de Gijón es el Principado de Asturias. A la autonomía le corresponde dar el visto bueno al documento y hacer seguimiento de su ejecución.

Más ajustes sobre los ajustes a un presupuesto prorrogado. Las medidas de ajuste que marque el impuesto plan económico-financieron se sumarán a las que, pleno tras pleno, se están llevando para compensar la situación de prórroga presupuestaria con la que empezó el año el Ayuntamiento. El gobierno de Foro no consiguió sacar adelante en el Pleno su proyecto presupuestario de 215,9 millones, que se elevaba a 304,2 millones en el consolidado. Los votos en contra del PSOE, Xixón Sí Puede e Izquierda Unida se lo impidieron. Tras el resultado de esa votación plenaria, Carmen Moriyón firmó un decreto de prórroga presupuestaria con un nivel de gasto de 189,9 millones.

Un bucle sinfín de las modificaciones presupuestarias. Las modificaciones son una herramienta habitual de trabajo para desarrollar un presupuesto pero en los últimos años de gobierno de Foro el número de tramitaciones se ha disparado. El ejercicio de 2015 se cerró con veinte que sumaron -sin incluir los remanentes- 48,6 millones de euros. En lo que va de ejercicio ya se han hecho firmes once entre modificaciones de Pleno y de Alcaldía que suman 47,7 millones. A ellas hay que sumar, en cuenta pase el tiempo de alegaciones, otras tres modificaciones que suman 8,1 millones y que fueron aprobadas el pasado día 11 en un Pleno. Antes de llegar a mitad de año ya hay 14 expedientes tramitados y alguno más en marcha de cara a próximos plenos.

El "castigo" a quien gasta poco. El Ayuntamiento de Gijón liquidó sus cuentas de 2015 con un superávit de 13,5 millones y un remanente de tesorería de 55,4 millones. El año anterior ese remanente fue de 42 millones. Lo que el equipo de gobierno ha defendido como ahorros y la oposición como incapacidad de Foro para gastar en beneficio de la ciudad todo el dinero que tiene en sus arcas tiene su repercusión en este conflicto de la regla de gasto. Y es que el nivel de ejecución del presupuesto es uno de los parámetros que se utilizan al fijar el tope a gastar. Si se gasta poco la norma establece que el año siguiente no se necesita gastar más y así el techo de gasto en lugar de subir, baja. El gobierno forista asegura que la baja ejecución de 2014 tuvo que ver con la situación de prórroga presupuestaria. Algo que no se vivió en 2015. Los remanentes de un año se pasan al ejercicio económico siguiente pero la ley de estabilidad presupuestaria no da libertad al ayuntamiento para dedicarlos a lo que quiera. Hay gastos que ya vienen afectados a una partida y del dinero para gastos generales la inversión se limita a proyectos con el título de financieramente sostenibles.

Una deuda viva de 175 millones tras los últimos dos préstamos. Ahora mismo el Ayuntamiento de Gijón tiene una deuda viva de 175 millones. El 31 de diciembre de 2015 era de 144 millones pero a lo largo de este año se han suscrito ya dos nuevos préstamos: uno de 22 millones para inversiones y otro de 9 para gastos generales. El recurso a deuda fue una vía para hacer frente con antelación a proyectos en marcha y evitar la paralización de la actividad cotidiana del Ayuntamiento por la prórroga, La amortización de esos préstamos se dejará sentir en la elaboración presupuestaria de los próximos años. De aquí, por ejemplo, que la Intervención sugiera dedicar once millones aún sin destino del remanente del año pasado a la amortización de préstamos ante "el importante aumento de la deuda viva y el incremento para próximos ejercicios de la carga financiera anual". Esa decisión la deberá tomar el Pleno en una próxima modificación presupuestaria.

Nuevas caras en el área económica. A la complejidad de la situación de la economía del Ayuntamiento gijonés hay que sumar el hecho de que, en los últimos tiempos, se ha producido también un cambio en las personas que lideran los equipos de trabajo. Y no sólo porque las pasadas elecciones llevaran hasta la concejalía de Hacienda a la anterior gerente de la Sociedad Mixta de Turismo, Ana Braña. También hubo un cambio en el equipo de Intervención por la jubilación de Juan González-Salas. Su trabajo lo realizó en funciones la viceinterventora, Belén Grana, que desde hace unos meses ya fue designada oficialmente para esa plaza. Ese ascenso dejó vacante la viceintervención. De hecho, el próximo martes la Junta de Gobierno abre el proceso de selección.